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— Buenas tardes, Señor Hofferson y señorita Hofferson nos alegra que hayan venido.— Saludo el hombre frente ella, con cierta elegancia— Siganme por aquí.— Caminó por un pasillo y así lo siguieron .

Astrid observó el lugar dónde se encontraba al lado de su padre, era muy elegante y lujoso para una simple reunión. Él hombre los llevó hasta una mesa dónde les indico que la reunión empezaría pronto y les ofreció algo de tomar.

Habían pasado 3 días desde el día en el cine, desde esa incomoda situación entre ella y Hiccup, provocado por una estupida emoción. No habían hablado, ni ella le había escrito y mucho menos él. No sabían cuánto podían seguir de esa manera, pero esperaban inconcientemente hablar pronto.

Pero por ahora, estaba en un restaurante a punto de presentarse a una reunión de negocios acompañada de su padre.

— Aroon vuelve en unas semanas.— Informo el hombre tomando un sorbo de su bebida— Le ha estado yendo muy bien.

— Sabíamos que no podíamos negar el talento de Aroon, sabés que es bueno relacionándose y este año en otro país le servirá de maravilla.

— Eso esperó, no quiero que haga algo que no le guste y pierda su tiempo en algo sin sentido y que eso le llevé a estancarse.

— Ya verás que no.— Le sonrió y luego puso atención a su teléfono.

— Tu madre quedó muy conmovida después de la ida al orfanato.

— Siempre es así cuando vamos.— Se encogió de hombros.

— Parece que ese sentimiento siempre estará ahí…— Suspiró.

— Para todos… Pero lo importante es el presente y las cosas maravillosas que tenemos hoy.— Ladeó su cabeza.

— Tienes razón, muchas cosas maravillosas.— Le acarició la mano— Oh, antes de que se me olvidé. Tú madre y yo Iremos este fin de semana a dónde tus abuelos, por si quieres ir.

— Umm… No lo sé, después les comfirmo.— El hombre acepto. Después de eso, el anterior hombre llegó a ellos y los guió hasta dónde se realizaría esa reunión.

Astrid depronto sintió que alguien la observaba y sintió una cosa rara en el pecho, pero decidió ignorarlo y centrarse en lo importante en ese momento.

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Por otro lado.

Hiccup acababa de llegar a un restaurante bastante importante en la cuidad, porque se iba a encontrar con Sebastián para hablar sobre algunas cosas de las pinturas y todo referente a eso. Casi siempre era en su apartamento o en la oficina de Sebastián, pero justo ese día tenía que estar allí.

Al llegar se presentó y un hombre lo llevó hasta una de las mesas asignadas y parecía que Sebastián había pedido una muy apartada y con privacidad, que no le sorprendía.

Cuándo estaba llegando al lugar, notó por unas ventanas del gran salón y lo que más le llamó la atención fue una cabellera rubia que fijo su atención de inmediato. No podía saber si era ella o no, pero todo parecía que sí y estaba acompañada por quién parecía ser su padre.

No pudo seguir viendo más, porque el hombre que lo guiaba lo llamó y fue hacía allí.

¿Sería posible que la vida fuera tan loca para reunirlos justo en ese lugar?

No sabía que pensar. Esos días, había visto su contacto tantas veces, que su cabeza no dejaba de funcionar y todo era puros pensamientos de ella, ella y solo ella. Habían noches que no pudo pegar el ojo, así que descargó su mente y en lo que mejor sabía hacer, que era la pintura.

: PARADISE :Donde viven las historias. Descúbrelo ahora