: # 04 :

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— ¡¿Dónde carajos estás Hiccup Haddock!?— Astrid se golpeo la frente con su teléfono luego de escuchar el sonido que tanto odiaba en el mundo.

El buzón.

Estaba justamente estacionada cerca del lugar dónde se reuniria para hablar sobre los temas del negocio y contrato, pero a Hiccup no le había dado las ganas de aparecer en todo el día y mucho menos en contestar. Así que ella estaba que se la llevaban los mil demonios.

— Hey, Hey, te traje un latte, para que lata tu corazón.— Heather entró a su auto animadamente y entregándole un vaso, que la chica recibo sin nada de buen humor— Uy, ¿Ahora que te pasó?

Astrid resopló y tomó su latte, que nisiquiera se dió cuenta que estaba totalmente simple. Gracias a Heather no había explotado y gritado a los cuatro vientos donde estaba Haddock, su mejor amiga la ayudaba demasiado.

— Es ese tonto de Hiccup Haddock, eso me pasa. Anoche me confirmó que le quedaba el horario y ahora no hay señales de vida. ¡Necesito que me contesté, maldita sea!—Zapateo con enojó.

— ¿Hablaron anoche? Uy.— Heather ocultó su sonrisita— Y por lo que veo, ya lo haz llamado varias veces y no te contesta. Y sé como odias el buzón de voz y más cuándo estás desesperada.— Dedujo— Bien, vamos a respirar, ¿Vale?

Astrid se dejó hacer de su mejor amiga y respiraron juntas tratando de calmarse, Heather de las pocas personas que entendían sus humores y ataques de rabia, la comprendían. Hasta la ayudaba en manejarlos.

Los minutos pasarón y se fueron calmando y los ejercicios daban frutos, pero aún así Astrid necesitaba volverlo a llamar y que esta vez le contestará. Y como si fuera obra de los dioses, Heather vió por la ventana a gente bastante conocida.

— ¡Ellos! ¡Yo los conozco!— Exclamó haciendo sobresaltar a Astrid y haciendola mirar. Eran un grupo de chicos y uno de ellos le pareció familiar.

— ¿Quiénes son…?

— ¡Son los mejores amigos de Hiccup! Ellos deben saber dónde está.— Depronto salió del auto y después de que Astrid entendiera todo, porque su amiga había hablado muy rápido, salió del auto y la siguió.

Pasaron la calle y sin ninguna discreción, Heather los llamó haciendo llamar la atención de todos del lugar, que aunque fueron pocos.

— ¡Ustedes! Sabía que no me había equivocado.— Los señaló— Yo soy Heather Wislow y ella es mi Mejor amiga Astrid Hofferson y estamos buscando a Hiccup Haddock.— Explicó sin anestesia.

Los chicos se miraron entre ellos algo confundidos, dos estaban sonriendo, otro estaba asustado y el otro estaba viendo a Astrid.

— Tú…— Murmuró el pelinegro al ver a la rubia. Astrid de inmediato lo reconoció. Era el que estaba con Hiccup en aquella fiesta.

— Tú.— Se cruzó de brazos.

— ¿Se han visto?— pregunto Heather al ver la cara de su amiga.

— Estaba con Hiccup el día de la fiesta. Parecía un perro en celo.— Explicó la chica.

— Oh vamos, tú no aceptaste y te fuiste con mi primo.

— ¿Dónde está Hiccup Haddock?— Miró a todos, ignorando al chico y ellos se miraron entre ellos.

— ¿Para que lo buscas?— Le pregunto el Rubio asustado.

— Quedé con él para hoy y no a dado señales de vida, y como mi amiga aquí presente dice que son sus amigos, probablemente sabrán dónde está.

— ¿Qué clase de invitación tienen?— La única chica la miró de arriba a abajo.

: PARADISE :Where stories live. Discover now