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Ya era la noche del día siguiente.

Era la noche de la fiesta de compromiso del amigo de Hiccup y del desconocido para Astrid. Había tomado gran parte de su tarde para arreglarse lo mejor posible y parecer elegante ante aquella fiesta. Hiccup le había dado algunas instruccuiones para ese momento y lo que posiblemente vivirían.

Cuándo estuvo lista, se observo en el espejo y tenía un hermoso vestido morado oscuro pegado el cuerpo y abertura en la pierna, se sentía muy sexy con él. Salió de la habitación y se encontró a sus padres en la sala.

- Ya me voy, yo les aviso cuando ya vaya a llegar o si pasa algo.- Los miró. Su padre dejo lo que estaba haciendo y se levantó.

- ¿Haddock ya llegó?- Pregunto duramente.

- Si.- La miró confundida, hasta que decifro la mirada de su padre- Papá, ¿Qué vas a hacer?

- Iré a hablar con ese muchacho.- Y salió de la casa. Astrid miró a su madre y salieron rápidamente de la casa.

- ¡Papá!- Lo llamó Astrid corriendo, aunque sus zapatos no podían posibilitarlo. Cuando llegó, su padre ya le estaba tocando la ventana al carro de Hiccup.

- ¿Astrid?- Hiccup abrió la ventana y se sorprendió al no ver a Astrid- Señor, Hofferson... Buenas noches.- Contestó algo inseguro y miro a Astrid llegar.

- Papá, ¿Que vas a hacer?

- Quiero hablar con este jovencito. Ya han sido varías veces que viene y no se digna a saludar.

- Lo siento, señor Hofferson...

- Por eso, quiero que vengas mañana en la noche a cenar aquí a mi casa.

- ¡¿Cenar?!- Exclamaron Hiccup y Astrid al mismo tiempo.

- Sí, quiero conocer mejor al jovencito que tiene una supuesta "relación falsa" con mi hija y con el cuál está haciendo todo un alboroto.- Los miró a ambos.

- Pero papá...

- Pero nada, he dicho. Lo veo aquí mañana, hasta luego y que les vaya bien.- Y después de darles una última mirada, se retiró.

Astrid suspiró y entró al auto.

- Estamos fritos. Debiste haberle dicho algo.- Reclamo pegándole en el brazo.

- ¿Estás loca? ¿No viste como me miraba? Si le decía algo, era capaz de matarme con mi propia auto.- Exclamó asustado.

- ¡Pero yo hubiera podido hacer algo!- Se quejo y se tiró a la silla.

- Ya no hay nada que hacer, mañana estaré aquí cenando con ustedes.- Murmuró y arranco el auto.

Astrid negó y no dijo más nada. Pensando en la locura que su papá había acabado de proponer. Después de un rato de camino, llegaron a una gran y lujosa mansión llena de luces, jardines extravagantes y autos.

Cuándo se bajaron un hombre y los recibió y les informo dónde era todo. Ellos agradecieron y fueron hacía allí, Hiccup tomó a Astrid de la cintura y apegandola a él, haciéndola sorprender por el auto.

- ¿Qué haces?- Reclamó en un susuro. Ya estaban llegando a toda la multitud.

- Se supone que somos una pareja que se ama, actuemos como tal.- Habló entredientes.

- Bien, pero a la próxima avisa.

Hiccup sonrió con discreción y le dió unos toques suaves.

Mantuvieron la normalidad porque un hombre los había visto y fue directamente a saludarlos.

: PARADISE :Where stories live. Discover now