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Astrid se fue removiendo con pereza y demasiado cansancio en aquella cama, dándose cuenta de a poco que no estaba en su cama. Fue abriendo los ojos y la luz de la ventana le impacto y sintió ropa más pesada que la normal y verificó que seguía con la ropa del día anterior.

— Ay dioses.— Bostezo y se estiro. Se sentó en la cama y no vió a Hiccup por ningún lado, hasta que escucho la puerta de la habitación.

— Oh buenos días, ¿Soñaste conmigo?— Le sonrió burlon y ella rodó los ojos.

— ¿A que horas llegué aquí?

— Todo terminó como a las dos de la mañana, Tanlos y yo los salvamos de morir en el alcohol. Te quite los zapatos para que dormieras más cómoda.

— Qur ser tan amable.— Murmuró con ironía. Se estiró una vez más y salió de la cama.

— Acabé de pedir el desayuno y más tarde estaremos en la piscina.— Le informo el chico, mientras ella sacaba las cosas de su bolso.

— Bien, me daré un baño.— Con los pies arrastrando, ingresó al baño.

Astrid se metió bajo el chorro y sintió el agua fría caer sobre ella y resfrescar su memoria. No recordaba mucho después de que le había quitado la copa a Hiccup, pero tenía varios bucles de bailar bajo los efectos del alcohol, pero viendo algo o alguien… Después de un rato salió envuelta en toalla y la puerta empezó a sonar.

— ¡Astrid ya está el desayuno!— Exclamó Hiccup desde el otro lado.

Astrid se apuró en secarse y se dió cuenta que no tenía sostén… justo se le tenía que olvidar eso. Así que maldiciendo a su doloe de cabeza, se lo pidió a Hiccup, bien podía salir en toalla o vestida sin él, pero no lo pensó.

— ¡Hiccup, necesito que me hagas un favor!— Se mordió el dedo.

— ¿Que sería?

— Encima o dentro de mi bolso o de la cama, hay un sosten negro, ¿Me lo pasas porfa?

Hiccup casi se ahoga con su bebida al escuchar aquel favor. Se levantó del sofa y empezó a buscar y efectivamente, estaba dentro del bolso y lo tomó entre sus manos y descubrió las tantas cremas que habían allí. Se puso a curiosiar el sosten, era pequeño pero sexi.

— ¿Lo encontraste?— La voz de la chica lo hizo despertar.

— Eh.. sí.— Tocó la puerta y ella sacó solo su mano y lo recibió.

Con eso listo y con su ropa cómoda perfecta para el día caluroso que se avecinaba, se terminó de arreglar y salió del baño.

— ¿Qué pediste de desayuno?— Le pregunto luego de guardar la cosas y sentarse en la mini sala.

Hiccup levantó la vista de su teléfono y casi se le cae la baba al verla así vestida… tan suelta. Resaltaba muy bien su figura.

— Pancakes y fruta.— Contestó luego de quitarle la vista de encima. Astrid se sentó frente a él y empezó a desayunar.

— ¿Por qué no habías comido?

— Te estaba esperando.

Astrid sonrió y se concentró en comer en silencio. Luego de desayunar, recogieron la habitación un poco y bajaron hacía la piscina. Una de las cosas buenas de ese hotel, era que se podía de algún modo “alquilar” por un plazo corto y disfrutar de las instancias sin mucha gente alrededor.

Cuándo llegaron, se escuchaba la música y se veían ya a los chicos en la piscina con comida y uno que otro trago. Hiccup fue hacía los chicos que estaban al borde de la piscina y Astrid con las chicas que estaban en una especie de sombrilla.

: PARADISE :Where stories live. Discover now