Algodón De Azúcar - Paul Lahote

Capítulo 18

Cassy cerró los ojos disfrutando del silencio y  estiró sus extremidades cuando una risa interrumpió su rutina.

Aguantando una sonrisa soltó un quejido dramático y otra risa se hizo presente seguido de un "Shh".

Repitió la acción esta vez más dramáticamente y un segundo después un pequeño cuerpo cayó sobre el suyo e inició una batalla de cosquillas.

—¡Para, para!— Reía Cassy mientras sus ojos admiraban a su pequeña hija dando lo mejor de si.— ¡Maggie!

— Mami.— Dijo finalmente la menor cayendo sobre los brazos de su madre.

— Buenos días, linda.— La gruesa voz de Embry las hizo sonreír a ambas.

— ¡Mami, papi!— Celebró cuando unieron sus labios en un beso casto.

El día fue pacífico, Embry se despidió de ambas luego del desayuno y era bien sabido que volvería al anochecer, mientras tanto ellas dos, Maggie y Cassy, iniciaron su trabajo de matutino.

Su pequeña tenía dos años, casi era capaz de recordar la trágica forma en la que su pequeña llegó al mundo, aún así ella había crecido sana y fuerte.

Vivir en un granja era de gran ayuda.

Su cabello rubio era idéntico al suyo y tenía unos ojos azules que parecían ser parte del mismísimo cielo, aún así, Cassy no podía evitar pensar que era una mini versión de su padre.

Maggie cuando quería tenía todas las actitudes rebeldes de su padre. 

Aún así, Embry y ella se esforzaban en criarla con amor.

— ¡Cassy!— El grito de Embry las sobresaltó cuando llegó a media tarde.

Maggie sollozó ya que estaba dormida en su hamaca, aún así, se acomodó y siguió durmiendo.

— ¿Qué pasa?— Preguntó mientras iba hacia el salón, intentando no molestar a su hija.

Embry boqueó frente a ella totalmente incapaz de hablar.

— ¿ Embry?—Dijo Cassy tomando sus hombros.—¿Estás bien?

—¿Me amas?

— ¿Qué? claro que te amo, Embry.— Dijo Cassy.— ¿A qué se debe la pregunta?

— Hoy me llamó Seth preocupado.— Dijo mirando al suelo.— Yo...

— ¿Qué sucede? Me estás asustando, amor.

—  Paul intentó quitarse la vida.

Aquella frase impactó más a Cassy de lo que quisiera admitir, con dolor en su pecho cayó al suelo sobre sus rodillas, las emociones se arremolinaron en su pecho y su mirada lucía perdida.

—¿Por qué?

— No lo saben, nadie lo sabe, no quiere hablar...— Dijo.— Tal vez sea porque Antonella lo abandonó hace un tiempo.

— ¿Qué?— Preguntó mientras era abrazada por su esposo.— ¿Por qué?¿Y su hijo?

—Lo dejó con Paul.— Dijo él.— Yo... no sé por qué no te lo dije antes.— Admitió.— Creo que tenía miedo de que me dejes para ir tras de él.

Cassy negó pegando su espalda al pecho de su esposo.

— Estoy impresionada...

— Seth nos pidió un favor.

— No.

— Cassy...

— No volveremos, Embry, no deseo eso para Maggie.