👑Capítulo: 35⚔️

17 5 0
                                    

Después de lo que me parece una eternidad, por fin movimos todas las cajas a uno de los almacenes de la mansión

Ups! Gambar ini tidak mengikuti Pedoman Konten kami. Untuk melanjutkan publikasi, hapuslah gambar ini atau unggah gambar lain.

Después de lo que me parece una eternidad, por fin movimos todas las cajas a uno de los almacenes de la mansión. Descubrí mi aversión contra las tareas repetitivas.

Al terminar me siento en una de las cajas negándome dar un paso más al menos en la próxima hora. Cuando Jo deja su última caja sobre una pila, me adelanto a hablar antes de que también se siente.

—Jo trae un poco de agua para nosotros, nos haces trabajar demasiado y ni siquiera nos ofreces agua —digo con pereza y fingida indignación.

—Está bien —dice y sonríe un poco —Iré a la cocina —

—¿Qué fue eso? —dice Adonis riendo cuando Jo sale del almacén.

El chico también se deja caer sobre una caja, no importa que tan fuerte seas, cuando cargas cajas por horas el resultado es el mismo, un genuino agotamiento, no se si lo definiría como mental o físico.

—Fue mi intento de separarte de tu melliza lo suficiente como para tener una conversación a solas —digo seria.

Adonis se sienta correctamente antes de hablar.

—¿Y que sería tan importante o tan privado como para no poder hablarlo frente a Jo?.

—No lo sé, eso me lo deberías decir tú. ¿Qué demonios pasó? pareces estar a punto de morir, te desmoronas —

—No se de que hablas —se apresura a decir el chico.

—Eres bueno fingiendo estar bien pero es difícil ocultar las emociones frente a mis ojos —lo miro con atención, observo las llamas de sus emociones que no han cambiado ni un poco desde que comenzamos a hablar —no tienes que decirme nada si no quieres, pero si en algún momento estás lo suficientemente desesperado, sin importar lo que sea, puedes acudir a mí, te ayudaré —digo dejando de verlo y volcando mi atención a mis uñas.

—Gracias —lo escucho susurrar justo antes de que Jo regrese.

Esa noche David fue a su casa después de recibir una docena de llamadas de su madre en el transcurso de la tarde. Sabía que el chico había estado mintiendo a sus padres al menos por omisión en relación a sus nuevas actividades vespertinas.

Yo expresamente le pedí que no le mencionara nada de todo esto a ningún otro humano, pero para ser sincera no esperaba que él cumpliera su palabra. Él no nos debía más lealtad a nosotros que a los de su propia especie y sin duda no más que a sus progenitores.

Pero por extraño y antinatural que pudiera parecer, el chico si había guardado todo en secreto y se había ganado un lugar en el campamento, junto a los licántropos, él los empezaba a conocer, recordaba sus nombres y eso ya era mucho más de lo que yo nunca haría por ellos.

Había otra cosa que David había estado evitando mencionarle a todos, humanos y licántropos por igual, era el hecho de que estábamos saliendo, justo desde el día después de haber tenido esa conversación no volvió a hablar del tema. No parecía tener la intención de dejar que nadie se enterara y yo no haría nada para impedirlo.

Ya estaba por irme a dormir cuando recibí una llamada de David para darme las buenas noches, se estaba volviendo una costumbre de los días que no pasábamos juntos.

Me quedé acostada viendo las estrellas fluorescentes que él había pegado en el techo de mi habitación. Tratando de recordar en qué momento dejaron de molestarme las cosas brillantes.

Y un pensamiento vino a mi mente, un recuerdo, un nombre en el cual no había pensado en lo que parecía ser una eternidad, Beel.

Una luz brillante en el mundo demoníaco, una criatura que no destacaba en nada en particular y muy por el contrario parecía carecer de las cualidades propias de su especie. No era capaz de adoptar una apariencia diferente más allá de su apariencia humana habitual, sin garras ni colmillos, inofensivo.

Mi primera vez en Lotus, mi primer día en la academia, lo recuerdo. Más que estar asustada estaba muy, muy enojada, había sido sacada de la comodidad de mi hogar y arrojada en un lugar desconocido con un montón de seres extraños que me odiaban, por segunda vez en mi corta vida.

Pensé que yo sería la criatura que menos encajaría en ese lugar, pero me equivoque, allí estaba él un demonio completo pero con la apariencia y fuerza de un frágil humano, una criatura defectuosa, un ser más odiado que yo.

Sentí alivio y luego curiosidad, por eso me acerque.

Beel era diferente a todo lo que había conocido hasta ese momento, me mostró algo que hacía muchos años no veía, una sonrisa.

Un día de esos en los que planeaba escapar al mundo humano lo traje conmigo, y me regocije en su fascinación al conocer seres a los que se parecía más que a los de su propia especie.

No sé si Beel y yo éramos amigos, no está en la naturaleza de los demonios el forjar amistades, se tienen compañeros y subordinados. Pero él y yo éramos tan diferentes al resto que al final no supe que éramos pero me hubiese gustado llamarnos amigos.

Compartimos muchas cosas, nuestros secretos y nuestros anhelos y muchas primeras veces.

Y también compartimos la compañía de Alfaget. Beel lo amaba, pero Alfaget nunca lo noto o no quiso notarlo. Alfaget ya sea para bien o para mal solo me miraba a mí.

Tal vez por esa razón Beel había insistido en acostarse conmigo, para tener algo de mí que Alfaget no tendría. Yo había accedido restándole importancia y solo por una vez él había insultado el amor que sentía por Alfaget, un sentimiento que jamás fue correspondido.

Alfaget por otro lado es una víbora, un chico astuto y con ambición que me amaba y odiaba a partes iguales y a pesar de eso podíamos estar juntos, los tres en un equilibrio perfecto, como las partes que les faltaban al otro.

Lo que pasó ese día en Al Trinedid no lo vi venir, pero tampoco me extraño viniendo de su parte. Si tan solo Beel no hubiera tenido que morir se que de alguna forma yo hubiera podido perdonar a Alfaget.

Beel fue la primera estrella brillante que conocí en un mundo hecho de oscuridad.

Así, pensando en los que alguna vez estuvieron a mi lado y nunca más volverán a estar, me dejé abrazar por el sueño, dejé que clavara sus garras en mi subconsciente y me arrastrara a aquellos día de un pasado que parecía infinitamente distante como si fuera la vida de alguien más. Con Beel pasando su mano sobre mis hombros con demasiada familiaridad y Alfaget caminando a nuestro lado con una postura imponente y una belleza inmaculada, mientras hablábamos de cualquiera cosas y hacíamos todo lo posible para evitar llegar a tiempo a nuestra siguiente clase en la academia.

....................................

Si te esta gustando esta historia no olvides votar, comentar o compartir para que llegue a mas lectores.

Gracias!! :)

Pecado de llamas violetas [MAQUIAVLICA LIBRO I]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang