Perdedoras (parte 4)

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La adolescente se encontraba en un oscuro cuarto, las paredes grises y el viento externo la incomodaban, ella caminó unos cuantos pasos.- ¿Hola? .- preguntaba con temor.- ¿Mamá? ¿Papá? ¿Dónde están? .- no hubo respuesta.- ¡¿Qué fue eso?! .- se preguntó al oír un chirrido.

Varios murmullos se manifestaron, el miedo invadió a Maisie, todas las voces hablaban de muerte, dinosaurios, insultos o agresiones, todo era incomprensible para ella.- "Tú eres única, no lo dudes..." .- dijo la voz de un anciano que la jóven no pudo distinguir.

¡Por favor, ayúdenme! .- gritó la chica, el sonido desapareció, ya no había nada.- ¿Hola? .- volvió a preguntar solo para recibir el rugido de varias criaturas en sus oídos.

¡No! .- Maisie se despertó de aquella pesadilla, realmente se hallaba en su cama en un horario mañanero, era un nuevo día, el sueño ya había acabado.- No fue real, no fue real... .- repitió la joven.- ¿Por qué sigue ocurriendo? .- suspiro con frustración, se levantó para iniciar un nuevo día.

¡Hola! .- dijo Kayla en la cocina cuando vio llegar a Maisie, ella ya había preparado el desayuno.- ¿Cómo te levantaste?

Hola.- respondió la chica bostezando y enderezando su espalda.- No muy bien, creo que necesito tomar algo... ¿Tú preparaste todo esto?

Pues si.- respondía su niñera.- No sabía que te gustaba por lo que improvise, ahí hay pan, huevo, leche y... Pan.

Está bien, de todos modos no soy ninguna crítica gastronómica.- comentó la adolescente dando un bocado del pan.- Gracias por cierto.

No es nada, tienes que sentirte cómoda, es tu hogar al fin de cuentas.- mencionó la mujer sentándose junto a la niña.- ¿Emocionada por hoy?

¿Qué? Ah, te refieres a eso.- decía Maisie.- Aún no se que esperar entonces, no sabría decirte si me emociona.

Okay, puede que eso cambie cuando vayamos.- pensaba la piloto.- Por mientras desayuna, es la mejor forma de empezar este día.- su sonrisa y calidez le hicieron sentir mucha confianza a Maisie, todo se veía muy agradable en la cabaña.

La situación de Owen y Claire era distinta, la noche para ellos no fue placentera. La pelirroja lloró un poco antes de dormir, el castaño respetó su momento de desfogación pese a que esto significara no hablarse en ese periodo de tiempo.

En esta mañana, Claire salía de darse un ducha para calmar su estado inestable actual, luego volvió a la habitación encontrándose a su amado sentado a uno de dos muebles que tenía el cuarto, con una mirada seria y preocupada.

Hola.- dijo Owen esperando una respuesta por parte de Claire.

Hola.- ella respondió sin muchas ganas.

¿Te sientes mejor? .- su esposo preguntó.- ¿Te gustaría que hablemos?

¿Qué? No, no, no es necesario.- decía la mujer de manera cortante, se quería ir del lugar.

Amor, escúchame.- Owen habló con un tono más alto.- No quiero que estés así por el resto del viaje. Lo que te dijo esa señora fue horrible, no tenía el derecho de decírtelo y...

Por favor no me digas nada, ¿okay? .- Interrumpió Claire.- Hablar de eso me pone peor, me mortifica.

Cariño, eso que dijo no es verdad, tu no eres la responsable de eso y no tienes porque culparte solo porque...

¡Carajo, si es mi culpa! .- exclamó su pareja con enojo.- Es mi culpa...todo fue mi culpa. Lo del parque fue mi culpa, la de la mansión fue mi culpa, lo de liberar a los dinosaurios fue mi culpa... ¡Todo fue mi puta culpa!

Jurassic World: Together Where stories live. Discover now