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Jungkook había tenido una semana pesada debido a sus exámenes, el cumplimiento de sus horas sociales, y el trabajo extra que debe hacer para su padre.

Aún con todo lo que debe hacer, aparta al menos una hora en la noche, para poder visitar y ver a su bonito novio.

No ha podido ir a dejar a su novio a su casa por tantas cosas, pero va a visitarlo, y cenan juntos, mientras un Taehyung molesto se encuentra en la sala completamente en desacuerdo que Jimin se encierre junto al azabache en su habitación.

Jeon había dormido nada más dos horas, su alarma sono a las cuatro y media de la mañana, se ducho y vistió, para luego ir rumbo a la Fundación.

Después de haber llegado a un acuerdo con su jefe, dijo que llegaría temprano para hacer todo el que hacer, para poder realizar su examen, por la tarde ayudar a su padre con algunos cuantos papeles, y luego regresaría por la tarde casi noche a la fundación a acomodar las sillas y los cubículos.

Su día sería un tanto pesado, pero gracias a la ayuda de Jimin y sus horarios para lograr que Jeon se organice, sabe que todo le saldrá como lo había planeado.

—Buenos días, bonito —habla a través de su celular, mientras se queda de pie frente a la fundación.

—Buenos días —responde con voz adormilada.

—¿Aún estas en la cama? —pregunta el mayor, mientras sonríe al escuchar los sonidos tiernos que su novio realiza con su boca.

—Estaba por levantarme —responde el menor.

—Bonito, sino te levantas ahora, vendrás tarde al trabajo.

—Ya estoy despierto. Dios, Taehyung, se molestará —dice un tanto preocupado el pelinegro.

—No dejes que se pase contigo, sabes que no me gusta —le recuerda Jeon.

—No lo hará, cariño. Ahora iré a bañarme.

_Esta bien —se limita a decir Jungkook.

—Suerte en tu examen, sé que saldrás bien, compórtate con tu padre, y no llegues tarde a recogerme —habla de forma rápida el menor.

—Cuídate, y aliméntate bien —le pide el azabache. —Auch —se escucha el quejido de Park.

—Jimin ¿Estás bien? —cuestiona, pero no recibe respuesta. —Bonito, respóndeme —le ordena, con voz llena de preocupación.

—Diablos —alza su voz Jimin.

—Estoy bien, solo golpeé mi dedo meñique del pie —le hace saber a su preocupado novio.

—Voy a colgar, no quiero que te sigas golpeando.

—Oye —se queja el menor, como un niño pequeño.

—Te quiero, bonito.

—También te quiero, Jungkook —luego de escuchar esas cuatro palabras, Jeon cancela la llamada.

Viaja hasta a la universidad, y se concentra en realizar y contestar cada pregunta de su examen, su mente piensa en cada párrafo que ha leído de su libro, y recuerda lo que ha practicado con Jimin.

Luego de haber terminado de realizar su examen, almuerza solo en un restaurante de comida rápida, cuando ha terminado se dirige hasta el lugar de trabajo de su padre.

—Joven Jungkook —lo saluda la secretaria al verlo entrar.

—Hola, busco a mi padre —habla, observando el lugar remodelado.

Tiene varios años de no pisar el lugar de trabajo de su padre, exactamente desde que lo descubrió con otra mujer.

—Tú padre espera —le indica la rubia.

Through my eyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora