19

46 8 0
                                    

Jungkook se despierta antes que su alarma suene y que una de las sirvientas lo vaya a levantar. Toma asiento a la orilla de su cama, sacude su cabello con sus dos manos y suelta un suspiro.

No ha podido dormir lo suficiente, las palabras que Taehyung había confesado acerca de los sentimientos que siente hacia Jimin, su novio, lo han hecho pensar en que quizás su bonito novio no siente demasiada confianza con él.

Se pone de pie tomando la toalla de la cómoda, se ducha y luego se viste, se escuchan unos toques y luego la puerta es abierta, la sirvienta lo mira sorprendida, lo saluda como siempre y luego se dispone a acomodar la cama.

—Su padre esta abajo —le informa la sirvienta.

—Gracias.

Jungkook toma su chaqueta y su celular con la mano derecha, y con la izquierda su bolsón.

Sale de su habitación y baja los escalones de forma lenta mientras revisa los mensajes de su celular.

—Jungkook, vamos a desayunar —escucha la voz de su padre.

Alza su rostro y observa la imagen de su progenitor doblarse las mangas de su camisa, mientras camina hacia el comedor.

Hace contacto visual con la cocinera, la cual, ladea su rostro y le sonríe mientras se encoge de hombros.

—Claro —dice, incrédulo.

Deja caer su bolsón al suelo al igual que su chaqueta, bloquea su celular encaminándose al comedor en el que su padre y la sirvienta esperan.

—Buenos días, joven Jeon —lo saluda la sirvienta.

—Buenos días —responde el saludo, halando la silla para luego tomar asiento.

—Sírveme un poco de zumo —le ordena el señor Jeon.

La sirvienta toma la botella de vidrio y se acerca a su jefe.

Jungkook por su parte, toma dos tostadas, una la unta con jalea de frambuesa y otra con mantequilla de maní.

—Eso no va a sustentarte —su padre señala las tostadas con el tenedor.

—Comprare algo más si me da hambre —dice Jeon, para luego morder la tostada con jalea de frambuesa.

La sirvienta lo mira y le señala el café y el zumo.

—Café —habla con la boca llena.

—Jungkook —lo regaña su padre.

—No hay nadie más aquí —le recalca Jungkook.

Continúan desayunando, ambos en silencio, solo se dan breves miradas.

—Debes acompañarme a...

Su padre guarda silencio cuando su celular empieza a sonar.

—No te muevas de aquí —le ordena a su hijo, se pone de pie y atiende la llamada.

—¿Qué crees que tenga en mente? —le pregunta Jeon a la sirvienta.

—Una salida entre padre e hijo —responde la mujer haciendo reír a Jungkook.

—No, no lo creo, es casi imposible —dice entre risas.

—Todo puede pasar —habla la sirvienta sonriendo.

—Todo menos eso, lo conozco bien —agrega Jeon.

—Como te decía —el señor regresa al comedor—. Ahora vas a acompañarme.

—No puedo —suelta de inmediato, Jungkook.

Through my eyesWhere stories live. Discover now