×El Renacimiento× ~Sonic Prime AU~ (Sonine)

> Para Siempre <

>...<

Nueva Yugork era un lugar demasiado oscuro, y no es como que yo saliera demasiado de mí base como para ver el exterior... Aún así, se que ya se estaba haciendo de noche.

Me encontraba preparando una especie de sopa, algo que el consejo del caos vendía y hacia llamar "sopa instantánea"... Más no tenía ese sabor característico de las verduras, pero es lo único que teníamos... Y era lo mejor para alimentarnos a todos.

Servi en un plato hondo una cucharada generosa de la sopa, deje una cuchara dentro de esta, la coloque en una bandeja de madera y le añadí un pedacito de queso al lado y un vaso con agua. Camine con la bandeja hasta una de las habitaciones más apartadas de la base, y al entrar en esta, me encontré con la misma imagen de ya hace varios dias.

El zorro estaba sentado, mantenia la mirada pérdida en a la pared, se veia más muerto que los mismo cadáveres.

Pasaron tres semanas desde que el erizo se había ido, y las cosas no habían mejorado en lo absoluto.

Desde que Nine se despertó y leyó la carta que Sonic le había dejado, no había vuelto de decir una palabra. Aquella tarde recuerdo haberlo oído gritar, y corrí a ver si estaba bien, si se había hecho daño o algo le dolía... Lo encontramos en el suelo, llorando a cantaros sin dejar de abrazar la hoja. Knuckles y yo nos llevamos varios rasguños y golpes del menor al tratarse de librarse de nosotros ese día, solo queríamos componerlo, consolarlo un poco... Pero está realmente histérico. No sé si por el cansancio, o tal vez los remedios que le dimos para evitar el dolor... Pero al final, aún mientras batallaba, quedo totalmente inconciente. Desde entonces, no a vuelto a hablar.

Solo sale de la habitación al baño, se vuelve a encerrar, y queda horas enteras mirando a la nada, con su rata en el hombro y la bufanda marrón en el cuello siempre. Algunas noches, cuando paso por su cuarto, puedo oírlo lloriquear dormido.

Camine hasta él, forzando una sonrisa.

Yo: Te traje la cena.

Mencioné, sin recibir respuesta alguna... Ni siquiera una mirada juzgona o un movimiento de las orejas que indique que fui escuchada.

Me hacerce, notando que la bandeja que había traído hace unos pocas horas, la cual había llevado con una taza de té y unas galletas saldas, seguia totalmente intacta, salvo que el té esyaba frío y una galleta estaba mlrdisqueada, pero eso seguro había sido su ratón.

Yo: Nine... No comiste nada desde ayer.

Reclamé, aún sin algún tipo de respuesta.

Cada día comía menos... Algo que venía siendo gradual, pensé que mejoraría, pero no lo hace.

Moví la bandeja vieja, colocando la nueva en su lugar. El único movimiento que hizo el menor fue el de tomar el pedazo de queso y llevarlo a su hombro, allí la rata comenzó a comer. Eso también va incluido a sus pocos movimientos, el alimentar y mantener con agua a su mascota, quien siempre estaba a pocos pasos de su dueño. Fuera de eso, no hizo por tomar la sopa.