Nueva Yugork era un lugar triste, melancólico y de dónde carecían las esperanzas...
Los únicos realmente satisfechos y gozosos de aquella vida eran los cinco miembros de "El Consejo del Caos"
Ellos creían tener el mundo perfecto, pero no sabían l...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Uno comienza a expresar emociones faciales al rededor de sus 2 meses de vida... Felicidad, irá, miedo, gracia... Entre los 3 a 5 años, comienzan a entender emociones propias y ajenas.
Algo que la mayoría en la resistencia estaba acostumbrado, era a perder demasiado tiempo de su día con un sentimiento principal... El odio.
El joven zorro se encontraba una vez más mas contemplando al ser que más detestaba... Lo aborrecía con la mirada, deseando que muriera. La hermosa murciélago paso cerca de él, y lo observo con preocupación, preguntándose porque observaba tan atentamente el espejo.
Rouge: ¿Estás bien?
El menor giro lentamente la cabeza, sus ojos parecían los de un muerto.
Nine:Estoy bien.
Ella decidio dejarlo en paz, se alejo poco a poco... He inconcientemente, estaba haciendo lo mismo que él... Comenzar su dia odiando algo. En su caso, al igual que el de su compañero equidna, era al consejo del caos... El solo recordar todo lo que le hicieron a su amado hogar, a su gente y su familia la llenaba de una indescriptible irá.
Se sentó con su compañero rojo a tomar un amargo y desabrido café, ambos estaban demasiado ocupados pensando en cuanto despreciaban al consejo como para hablar entre ellos de la mínima cosa.
Por otra parte, la erizo rosada, quien ahora estaba programada por Nine, se encontraba ayudando a los novatos a entrenar... Aún si estos no la querían, sus habilidades en el combate eran impecables. A diferencia de los demás, ella no sabía exactamente como expresar emociones o sentimientos propios, incluso se cuestionaba de si era capaz de hacer tal cosa. Odio, desilusión, temor, felicidad, amor... Tan ajeno y desconocido para ella. Solo tenía una función y debía ser cumplida al pie de la letra... Y en este momento, esa función era ayudar a los rebeldes.
Entonces, ya tenemos dos puntos... Los que dedican su tiempo a perderlo mientras odian, y los que no son capaces de sentir absolutamente nada... Nos falta en tercer y último rango, y uno de los más difíciles de conocer.
El cobalto no era como Oxidada, ya que este si tenía sentimientos, y muchos... Pero tampoco era como el resto... No porque no odiara, por supuesto que lo hacía, más no perdería su vida entera pensando en eso... Ya demasiado había perdido.
En cierta aspecto, aún podía llegar a tener comportamientos infantiles... Pero había algo muy maduro que había aprendido de pequeño, algo que su madre le enseño. Cada vez que un sentimiento negativo quería apoderarse de él, le ponía un tiempo límite... Cinco segundos, un minuto, un día entero... No importa cuánto sea. Dejaba durante este tiempo límite que ese sentimiento sea lo más fuerte en él, y una vez el tiempo se acababa, debía dejar ir todo.
De niño, solía escribir sus emociones negativas... Sus miedo y rabias más fuerte, dejaba que se apoderen mientras los trazaba en la hoja, y luego los quemaba, expulsando así también todo eso de su ser.
