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Julia está acostada boca abajo en el sillón de su nuevo departamento, la empresa que que ha fundado va cómo viento en popa y apalancandose de los contactos de su familia y su apellido, sus clientes e inversores han ido en aumento, en un año tendrá su propia reputación en el mercado y todo el mundo conocerá su nombre y querrá hacer negocios con ella. Después de la dura partida de su abuela, Julia busco refugio en el trabajo y ese desahogo por un lado ha servido para ir colocando las piedras angulares que pondrán a su empresa en la mejor posición del mercado.

—¿Resaca Moore?

—Por que no te vas a la mierda Antonopoulos, veo que en verdad te gustó la vestimenta que elegí para ti.

—Me gusta más el diseño de mis iniciales en tu espalda —le toca el tatuaje y Julia se queja de dolor.

—¿Qué hacés idiota, no ves que duele? Voy a hacer que Julia le ponga mi nombre a algún hijo suyo, esta me las cobro.

—Tricia jamás accedería a algo cómo eso.

—¿Qué hago durmiendo en mi sofá si tengo cama?

—Dijiste y cito: "prefiero dormir en el suelo antes que compartir la cama contigo imunda diosa, mugrosa de pacotilla"

—Pero si tengo otra habitación.

—Lo sé nena, lo sé. Ahora levántate —la toca con el pie— iré a bañarme.

Julia se levanta a duras penas se mete al baño de su habitación y se da una ducha. Sale y Atenea le está sirviendo una taza de café, le pasa un pomo de crema para que le coloque en el tatuaje.

—Ya quiero ver cómo le explicarás el tatuaje a Tricia —se ríe.

—Estoy hablando con un cirujano para que me lo saquen lo antes posible. Cumplí la apuesta, no pensarás que me dejaré toda la vida tus iniciales. Dame el café que lo necesito —Atenea se lo pasa— ¿Porqué no te veo tan feliz cómo a Tricia y Sam? —Atenea para y le coloca un poco más de crema.

—¿De qué hablas? voy a casarme, claro que estoy contenta.

—Contento están los perros cuándo le dan una croqueta, deberías estar feliz ¿Qué pasa Atenea? —Deja el pomo de crema en la mesada y le da la espalda llenando un vaso con agua— Aún estás a tiempo.

—No seas absurda Julia, voy a casarme ¿Sugieres que cancele la boda por que no me veo feliz?

—Lo que me preocupa es que no sea solo un estado ¿Qué ha pasado entre tú y ella que han comenzado la terapia? —Atenea rompe el contacto visual, mirando por la ventana— ¿Cuántas veces le has perdonado la infidelidad? —ella voltea a verla rápidamente— y con eso me lo confirmas. Supongo que es tu karma por haberte metido con gente con pareja cuándo jugábamos en la universidad.

—Ahora sé lo que es estar del otro lado, jamás me volvería a meter con alguien con pareja —suspira y deja el vaso en la americana, haciéndolo girar entre sus manos—. Fueron dos veces, bueno una técnicamente no cuenta, solo fueron mensajes —Julia hace un gesto de incredulidad, solo fueron mensajes porqué no le dió tiempo de concretar—, por eso empezamos la terapia, yo iba a dejarla. Hemos estado bien por 8 meses y me propuso casamiento —la mira a los ojos, esperando la reacción de Julia.

—Sabes lo que opino de los infieles, no son mis personas favoritas, pero ya eres grande y sabes que por cada elección hay una consecuencia, no puedes elegir cuáles es el precio que vas a pagar, pero puedes elegir por que cosa pagar el precio. Solo espero que no te arrepientas Antonopoulos.

—¿Me dirás te lo dije si llega el momento?

—No, de eso te encargarás tú misma. Pero estaré igual cuándo lo necesites. Eso sí, evita que sea un fin de semana que es cuándo generalmente descanso y no quiero escuchar tus lloriqueos —Atenea le larga un trapo—. Tanto amor me empalaga.

Las voltea heterosWhere stories live. Discover now