1

672 66 26
                                    

La universidad es un mundo nuevo, dónde nuevas posibilidades, y oportunidades se presentan. Dos mujeres muy parecidas comienzan hoy su primer día, pueden parecer adolescentes tiernas e inexpertas como la mayoría de los nuevos ingresantes, pero entre ambas tienen la experiencia de una veterana en el arte del sexo

Julia y Atenea caminan a la misma altura por caminos paralelos pero a una distancia la una de la otra, ambas ven pasar y voltean a ver a la misma mujer que se les cruza en el camino, incluso se bajan los anteojos de sol para verla mejor y sonreír cuándo pasa frente a ellas, sus miradas se encuentran cuándo la segunda mujer que pasa, primero frente a Atenea que se la queda viendo, y luego Julia la ve llegar cuándo la llama, es Tricia. Julia mira a su amiga con ternura y Atenea con ganas, ganas de arrancarle la ropa, en ese momento ellas se miran, Julia abraza a su dulce Tricia y le saca el dedo medio a Atenea quién se ríe ante su gesto.

—¡Que emoción nuestro primer día! —Julia sigue mirando con el ceño fruncido a la castaña que se marcha— ¿A quién miras?

—Escucha Trish mantente alejada de esa mujer —señala a Atenea quién sigue caminando dándole la espalda— me da mala espina —Tricia la mira, pero le resta importancia.

—Julia, vamos a conocer la uni, no te pierdas el recorrido —la toma de la mano mientras camina emocionada hablando con ella—. Recuerda que estaré cerca, podemos juntarnos en el campus, te mostraré dónde queda mi habitación.

—Bien vamos.

Dieron unas vueltas por el campus, la cafetería, y el complejo universitario. Llegaron luego de un rato a la habitación de Tricia quién está bastante emocionada y se encuentran con la castaña hablando con una chica muy cerca, mientras le sonríe hasta que ve a Tricia, y su objetivo cambia de la chica a Tricia, Julia se pone en modo protector y la mira sin romper el contacto visual.

—¿Vendrás a verme Atenea? —le dice la joven cerca de ella y le responde mirando a Tricia.

—Claro que vendré a verte —mira a Tricia quién ni se ha percatado de ella, y sonríe—, tengo muchos motivos para venir a verte cariño —Se acerca y la besa.

<<Lo sabía está es de la mías. Un depredador voraz. Ni se te ocurra acercate a Tricia, imbécil>>

—Julia pasa.

—Hola Julia —se acerca Atenea saludando y le estira la mano— ¿Cómo se llama tú...?

—Amiga y no te le acerques —Atenea retira la mano—. Es mi mejor amiga y aunque ella es dulce y...

—¿Pasiva?

—Hetero.

—Todas dicen eso hasta que conocen a la mujer correcta —le sonríe y eso le irrita a Julia—. Me agradas Julia.

—Tú a mí no. Mantente alejada de ella y no tendremos problema.

—¿Todo bien? —ellas se miran fijo. Atenea asiente y la mira sonriendo— ¿Se conocen?

—Vamos a conocernos —le estira la mano— Atenea Antonopoulos, un gusto —Tricia toma su mano y los ojos verdes de Atenea brillan—. Que piel tan suave tienes...

—Patricia, bueno Tricia, así me dicen todos —le estrecha la mano—. Que apellido difícil tienes, anotopu...

—Descuida —la interrumpe antes de que lo pronuncie mal, le irrita cuándo no lo dicen bien—, cuándo sea la abogada exitosa que seré, todo el mundo se acordará de mi apellido y lo van a pronunciar bien.

—Sí, claro —dice Julia—. No solo tienes el nombre de la diosa olímpica, sino que también el lado oscuro de la soberbia.

—A ver dilo —le habla a Tricia—, pero te advierto que si lo pronuncias bien nos casaremos.

—Soy hetero, pero gracias, Antonopulus.

—Cerca.

Tricia se mete, al igual que la chica con la que estaba Atenea, se miran con Julia desafiantes y se van cada una al cuarto dónde las esperan. No pasa mucho tiempo que escuchan ruidos del otro lado de la pared, y Julia mira a Tricia.

—En serio no te quedes a sola con esa —señala al otro lado de la pared—. Voy a matarla si te respira cerca siquiera.

—Sabes que no me gustan las mujeres.

—He escuchado eso tantas veces y la misma cantidad de veces estuve entre sus piernas o besando sus bocas.

Julia y Atenea saben reconocer a un igual en cuánto la ven, pero con Tricia de por medio la castaña arrancaría cabezas si se meten con su amiga, de hecho el exnovio de Tricia que se atrevió a abofetearla en una discusión recibió la visita de Julia y diálogo, su bate de baseball.

Llega la compañera de Tricia al dormitorio, la chica se llama Emma, saluda a Julia que la encuentra atractiva, es una chica dulce de sonriente y muy simpática, se ponen a conversar de inmediato y se entera que está ahí por una beca deportiva del equipo de atletismo.

Se despide de Tricia, y sale al mismo tiempo de la habitación que Atenea, se miran, la diosa le sonríe, ella levanta una ceja y se apartan dándose la espalda en sentidos opuestos perdiéndose entre la multitud de estudiantes.

—Hola hermanita ¿Qué tal tu primer día en la uni?

—Desaparece Máximo.

—Vamos Juju, eres mi querida hermanita —le coloca una mano en el hombro y ella intenta avanzar— te estoy hablando Julia.

—Sacále las manos de encima —Atenea aparece tomándolo de la muñeca y le aparta la mano.

—¿Quién mierda eres?

—Su amiga y si no te apartas de ella, voy a romperte el brazo.

—Julia tiene una sola amiga y se llama Tricia.

—Bueno ahora tiene dos.

—Está bien, es mi hermano mayor —Atenea lo suelta— nos vemos —se aleja de su hermano y mira a Atenea a su lado—. Gracias pero mantente alejada, él es una persona... solo no te metas ¿Okay?

—Te dije que me agradas Julia.

—Tú a mí no. No te quiero cerca de Tricia, es mi mejor amiga, no una de tus conquistas de una noche.

—Tú y yo somos iguales —es una afirmación—. En la ley de la jungla, simio no mata simio ¿Amigas? —le estira la mano.

—No, adiós Atenea.

Julia sigue caminando, y Atenea la ve sonriendo, sabe que ellas serán amigas.

Las voltea heterosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora