Capítulo 13: Valor (Parte II)

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Capítulo 13:

—   Señor, despierte. ¿Está bien?

John comenzó a adaptar su mirada a la leve luz que había en esa habitación. No sabía dónde estaba, ni de dónde venía esa voz tan angelical. Tal vez estaba alucinando.

Cuando recuperó un poco la compostura, notó el brazo dolorido. Tras palparlo un poco fue consciente de que le habían suministrado una toxina que lo había dejado inconsciente. Eso explicaba la lentitud de sus movimientos, su boca seca y su leve sensación de vértigo.

—   Señor… ¿puede oírme?

Esa voz volvía a sonar en la cabeza del doctor. Una sombra al otro lado de la habitación comenzaba a vislumbrarse con forma de persona. Una chica joven estaba en la pared opuesta de esa minúscula habitación, con las muñecas atadas a unas cadenas que estaban ancladas a la pared. John se miró sus muñecas, siendo consciente de que él también era un prisionero en ese extraño sitio.

—   ¿Dónde estoy? — dijo John tras carraspear la garganta.

—   Gracias a Dios, lleva un buen rato durmiendo. Me llamo Sophie, señor. ¿Y usted? — dijo la muchacha.

—   John… John Watson. — dijo por fin pudiendo levantar la voz. — ¿Dónde estamos?

—   No lo sé, señor. Llevo aquí metida unos días, no sé si es de día o de noche. — dijo con tristeza la chica.

—   ¿Cómo has llegado hasta aquí? ¿Te drogaron también?

—   Iba caminando de camino a clase. Cada mañana atravieso el parque junto a mi casa para dar de comer a las palomas. Una mujer se sentó a mi lado y comenzó a charlar conmigo. — dijo la chica. — Al principio era una conversación normal, hablábamos del clima, de lo adorables que eran las palomas, pero entonces todo fue muy extraño… — hizo una pausa. — Esa mujer me llamó por mi nombre, conocía a mis padres, a mis amigos, mis profesores… Y me dijo que si no la acompañaba todos ellos estarían en peligro.

John tragó saliva. Comenzó a recordar un poco lo ocurrido antes de despertarse ahí. La desaparición de Alice, Sherlock corriendo y él… chocando con aquella extraña mujer en la calle.

—   Me llevó a un coche con las lunas tintadas, y una vez ahí sentí un pinchazo en el brazo. Ya sólo recuerdo despertar aquí. — suspiró la joven moviendo levemente las muñecas, mostrando su cautiverio.

John asintió levemente. Comenzó a examinar la habitación. Aunque era médico, también había sido soldado, y también fue entrenado para salir de situaciones como esa.

—   Sophie… — dijo el doctor.

—   ¿Sí, señor Watson?

—   No te preocupes, todo va a salir bien.

La chica sonrió. Por primera vez en dos días sentía alivio de poder tener a una buena persona a su lado. John le devolvió la sonrisa. Era una pobre muchacha asustada y lo menos que podía hacer era tranquilizarla mientras pensaba en un plan.

Corazón y Razón - A SHERLOCK FANFICWhere stories live. Discover now