capítulo 15: Una Noche Inolvidable

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"La noche es testigo de secretos compartidos y momentos que perduran en el recuerdo."

La luna brillaba en lo alto del cielo mientras Belén y Félix caminaban juntos por las calles iluminadas de la ciudad. El aire estaba lleno de una energía eléctrica, cargada de emoción y anticipación por la noche por delante. Belén se aferraba al brazo de Félix, sintiéndose cómoda y segura a su lado.

Félix la miró con una sonrisa radiante. "Estoy muy contento de que hayas aceptado salir conmigo esta noche", dijo con sinceridad. "Esperaba este momento desde hace tiempo".

Belén devolvió la sonrisa de Félix, sintiéndose abrumada por la calidez de sus palabras. "Yo también estoy emocionada", admitió con una risita nerviosa. "Gracias por invitarme".

Los dos continuaron caminando, sumergiéndose en una conversación animada mientras compartían historias y risas. Hablaban de todo, desde sus sueños y aspiraciones hasta sus recuerdos favoritos de la infancia. Con cada palabra compartida, su conexión crecía más fuerte y más profunda.

A medida que avanzaba la noche, decidieron detenerse en un acogedor restaurante para cenar. Se sentaron en una mesa junto a la ventana, disfrutando de la vista de las luces centelleantes de la ciudad. Mientras saboreaban deliciosos platos y copas de vino, el ambiente íntimo y romántico los envolvía.

Belén miró a Félix a los ojos, sintiendo una conexión especial entre ellos. "Gracias por esta noche", dijo con sinceridad. "Realmente significa mucho para mí".

Félix tomó la mano de Belén con ternura. "No hay otro lugar en el que preferiría estar", respondió con suavidad. "Estar contigo hace que todo sea perfecto".

El resto de la noche pasó volando mientras Belén y Félix compartían risas, miradas cómplices y momentos de intimidad. Juntos, crearon recuerdos que atesorarían para siempre, sabiendo que esta noche sería solo el comienzo de su historia juntos.

Después de una cena deliciosa y llena de conversación, Belén y Félix decidieron dar un paseo por el pintoresco paseo marítimo. El sonido de las olas rompiendo suavemente contra la costa creaba una atmósfera relajante mientras caminaban juntos, compartiendo historias y risas bajo el resplandor de la luna.

Belén se sintió envuelta en una sensación de calma y felicidad mientras disfrutaba de la compañía de Félix. Era como si el resto del mundo se desvaneciera a su alrededor, dejándolos a ellos dos en su propio pequeño universo de amor y complicidad.

"Félix", comenzó Belén, deteniéndose para mirarlo a los ojos. "Quiero agradecerte por esta noche. Ha sido realmente maravillosa".

Félix le devolvió la mirada con ternura. "No hay nada que agradecer, Belén", dijo suavemente. "Estoy feliz de estar aquí contigo, compartiendo este momento especial".

Mientras se miraban el uno al otro, el corazón de Belén latía con fuerza en su pecho. Había algo en la forma en que Félix la miraba, algo que la hacía sentirse amada y valorada de una manera que nunca antes había experimentado.

Sin decir una palabra más, se abrazaron con fuerza, dejando que el calor de su amor los envolviera. En ese momento, todo parecía caer en su lugar, y Belén se dio cuenta de que había encontrado algo verdaderamente especial en Félix.

Cuando finalmente se separaron, continuaron su paseo por el paseo marítimo, disfrutando de la magia de la noche y la compañía del otro. Sabían que esta noche quedaría grabada en sus corazones para siempre, como un recordatorio eterno del amor y la felicidad que habían encontrado juntos.

Al llegar a casa, Belén y Félix encontraron a Eva, Iren y su tía esperándolos con una expresión de expectación en sus rostros. La atmósfera estaba cargada de anticipación mientras se preparaban para escuchar las noticias importantes que Eva tenía para compartir.

"Eva, ¿qué pasa?", preguntó Belén con curiosidad, notando la expresión seria en el rostro de su hermana mayor.

Eva tomó una respiración profunda antes de hablar. "Tengo algo importante que decirles a todos", comenzó con determinación. "Me voy a casar".

Las palabras de Eva fueron recibidas con un silencio sorprendido mientras todos procesaban la noticia. Belén y Félix intercambiaron una mirada de sorpresa, mientras que Iren y su tía esperaban ansiosamente más detalles.

"¿Casarte?", repitió Iren, sin poder ocultar su sorpresa. "¿Cómo surgió esto? ¿Y quién es él?"

Eva sonrió, reconociendo las preguntas de su hermana. "Se llama Pablo", explicó. "Es un profesor de física en el instituto donde trabajo. Nos conocimos hace unos meses y hemos estado saliendo desde entonces".

La tía de Belén asintió con interés. "¿Y qué hay de él? ¿Cómo es Pablo?" preguntó con curiosidad.

"Eh... es un hombre maravilloso", respondió Eva con una sonrisa, sus ojos brillando con emoción. "Es amable, inteligente y tiene un gran corazón. Además, tiene una hija pequeña llamada Clara".

Las noticias de que Pablo tenía una hija pequeña agregaron una nueva capa de interés a la conversación, y todos se apresuraron a hacer más preguntas sobre él y su relación con Eva. A medida que compartían historias y detalles sobre su romance, la atmósfera en la habitación se llenó de alegría y emoción mientras celebraban el próximo capítulo en la vida de Eva y su futura familia.

Mientras la conversación continuaba, Eva compartió más detalles sobre Pablo, describiendo su personalidad cariñosa y su dedicación a su hija Clara. Explicó cómo Pablo había enfrentado la difícil situación de criar a su hija solo después de la trágica pérdida de su esposa durante el parto de Clara.

"He visto lo dedicado que es con Clara", dijo Eva con admiración. "A pesar de enfrentar tantos desafíos, siempre ha puesto el bienestar de su hija primero".

La tía de Belén asintió, conmovida por la historia de Pablo y su amor por su hija. "Suena como un hombre increíble", comentó con sinceridad. "Estoy feliz de que hayas encontrado a alguien así, Eva".

Belén y Félix expresaron su felicidad por Eva, asegurándole que la apoyarían en cada paso del camino. Iren, aunque sorprendida al principio, también se unió a la celebración, emocionada por la próxima boda de su hermana mayor.

Después de compartir más anécdotas y detalles sobre su relación con Pablo, Eva anunció que planeaban casarse en unos meses. Todos se alegraron al escuchar la noticia y se ofrecieron a ayudar en los preparativos para el gran día.

Con la noticia de la próxima boda de Eva y la revelación sobre Pablo y su hija Clara, la casa se llenó de una sensación de alegría y expectación por el futuro. Mientras discutían planes y detalles, todos se dieron cuenta de que la familia estaba creciendo y que estaban listos para enfrentar cualquier desafío que el destino les presentara juntos.

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