capítulo 14: Revelaciones en la Noche

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*"La verdad nunca es completamente dolorosa. Solo la percibimos así porque preferimos ignorarla."*

Belén se preparaba para su salida con Félix cuando su tía entró en la habitación, interrumpiendo sus pensamientos. La expresión preocupada en el rostro de Belén no pasó desapercibida para su tía, quien la miró con curiosidad y comprensión.

"¿Qué sucede, querida?" preguntó su tía con voz suave, notando la tensión en el ambiente.

Belén inhaló profundamente, reuniendo el coraje para compartir su carga emocional con su tía. "Hay algo que he querido contarte", comenzó con voz temblorosa. "Se trata de papá".

La mención de su padre hizo que la expresión de su tía se oscureciera con preocupación. "¿Qué pasa con tu padre?" preguntó con urgencia.

Belén vaciló por un momento antes de continuar. "Recuerdo el día en que mamá y papá murieron", comenzó, su voz llena de emoción contenida. "Estaba allí, tía. Vi lo que sucedió".

El rostro de su tía se tensó aún más ante estas palabras, sus ojos llenos de sorpresa y angustia. "¿Estás diciendo que presenciaste... todo?" murmuró, apenas capaz de articular las palabras.

Belén asintió con tristeza. "Lo vi, tía. Vi cómo papá... cómo le quitó la vida a mamá antes de..." Su voz se quebró en un sollozo, incapaz de terminar la frase.

La tía de Belén se quedó sin aliento, atónita por la revelación impactante de su sobrina. "No puedo creer que mi hermano haya hecho esto", murmuró, su voz llena de incredulidad y dolor.

Las dos mujeres se abrazaron en silencio, compartiendo el peso abrumador de la verdad recién revelada. En ese momento, ambas entendieron que su relación nunca volvería a ser la misma, pero también sabían que habían encontrado un nuevo nivel de intimidad y comprensión entre ellas.

Mientras se preparaban para enfrentar las difíciles preguntas y decisiones que les esperaban, se aferraron a la certeza de que, juntas, podrían superar cualquier desafío que la vida les presentara. Y con esa fuerza renovada, se dispusieron a enfrentar el futuro, unidas en su determinación de encontrar la verdad y la justicia para aquellos que habían sido víctimas de la tragedia familiar.

Después de revelar la impactante verdad a su tía, Belén sintió el peso de la responsabilidad pesando sobre sus hombros. Sabía que la verdad sobre su padre podría destrozar a su familia, especialmente a sus hermanas, si se enteraran. Por eso, decidió protegerlas del dolor y la angustia que conllevaba saber la verdad.

"Tía", comenzó con voz temblorosa, "no quiero que mis hermanas sepan la verdad sobre papá. No creo que puedan soportarlo".

La tía de Belén la miró con compasión, entendiendo la difícil posición en la que se encontraba su sobrina. "Entiendo tu preocupación, querida", respondió con ternura, colocando una mano reconfortante sobre la de Belén. "Pero ¿crees que es justo para ellas no saber la verdad?"

Belén bajó la mirada, luchando con sus emociones internas. Sabía que su tía tenía razón, pero también sabía que proteger a sus hermanas era su prioridad. "No quiero que me odien por esto", admitió con sinceridad. "No creo que puedan perdonar a papá si saben lo que hizo".

La tía de Belén suspiró, comprendiendo la difícil posición de su sobrina. "Entiendo tu preocupación por tus hermanas, pero la verdad siempre encuentra su camino", dijo con calma. "Y creo que eventualmente tendrán que enfrentarla, aunque sea doloroso".

Belén asintió con resignación, sabiendo que su tía tenía razón. "Lo sé", murmuró. "Pero por ahora, quiero protegerlas. No puedo soportar la idea de que sufran más de lo necesario".

Hijas De La Esperanza Where stories live. Discover now