capítulo 10: Despertar de la Oscuridad

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"El pasado puede ser como una sombra que nos sigue a donde quiera que vayamos, pero solo enfrentando nuestros demonios internos podemos encontrar la luz que tanto anhelamos."

Después de despedirse de sus hermanas y tomar una decisión de quedarse en casa para descansar, Belén se tomó un momento para marcar el número de Juan en su teléfono. Necesitaba la claridad y orientación que solo él podía ofrecerle en momentos como este.

"¿Hola, Belén? ¿Estás bien?" La voz de Juan sonaba preocupada al otro lado de la línea.

"Juan, necesito hablar contigo", dijo Belén con determinación, sintiendo cómo la tensión se acumulaba en su pecho. "¿Podemos encontrarnos? Hay algo que necesito discutir contigo en persona".

Hubo una breve pausa antes de que Juan respondiera con seriedad. "Por supuesto, Belén. ¿Dónde quieres encontrarnos?"

Belén suspiró, tratando de ignorar los nervios que revoloteaban en su estómago. "¿Podríamos encontrarnos en el café de siempre en una hora?"

"Entendido. Estaré allí", respondió Juan antes de despedirse con un tono de preocupación en su voz.

Con el corazón latiendo con anticipación, Belén se preparó para enfrentar la conversación difícil que se avecinaba. Sabía que no podía seguir ocultando la verdad por mucho más tiempo, y estaba lista para enfrentar las consecuencias, sin importar cuán dolorosas fueran.

Belén se sentó frente a Juan en el café, su corazón latía con fuerza mientras se preparaba para abrirse y compartir la verdad que había guardado durante tanto tiempo. Respiró hondo y comenzó a hablar, sus palabras saliendo con una urgencia que apenas podía contener.

"Juan, necesito contarte algo... algo que he mantenido oculto durante demasiado tiempo", comenzó Belén, su voz temblorosa pero firme. "Estuve allí, en el día en que mis padres... en el día en que murieron".

Los ojos de Juan se abrieron de par en par ante la sorprendente revelación de Belén. "Belén, no tenía idea..." murmuró, su voz llena de asombro y preocupación por su amiga.

Belén asintió con tristeza, sus ojos llenos de dolor mientras revivía el terrible recuerdo en su mente. "Fue una mañana como cualquier otra... hasta que las cosas se salieron de control", continuó, sus palabras saliendo con dificultad mientras luchaba por encontrar la fuerza para compartir la verdad que tanto tiempo había guardado en su corazón.

Con voz temblorosa, Belén compartió los detalles dolorosos de aquel fatídico día, recordando cada momento con una claridad dolorosa que la dejaba temblando de angustia. Habló sobre el conflicto que había presenciado entre sus padres, sobre la violencia que había estallado de repente, y sobre la terrible tragedia que había marcado su vida para siempre.

A medida que hablaba, las lágrimas brotaron en los ojos de Belén, su voz ahogada por el peso abrumador de sus recuerdos. "No puedo olvidar ese día, Juan... lo he intentado, pero los recuerdos siguen persiguiéndome, atormentándome en mis pesadillas y en cada momento de vigilia", admitió con voz entrecortada.

Juan escuchó en silencio, su corazón sintiendo el dolor de su amiga mientras compartía la carga de sus secretos más oscuros. Sabía que no podía ofrecer respuestas fáciles o soluciones rápidas, pero estaba determinado a estar allí para ella en cada paso del camino.

Con un suspiro de resignación, Belén concluyó su relato, dejando que el peso de la verdad se asentara entre ellos en el tranquilo café. Sabía que había tomado un paso importante al compartir su verdad con Juan, y aunque el camino por delante seguiría siendo difícil, también sabía que no tenía que enfrentarlo sola.

Belén terminó su relato con un suspiro exhausto, dejando que el silencio pesado llenara el espacio entre ella y Juan. La confesión había sido un peso que llevaba demasiado tiempo en su corazón, y aunque se sentía aliviada por finalmente compartir la verdad, también estaba llena de temor por lo que vendría después.

Hijas De La Esperanza Where stories live. Discover now