tres

74 20 6
                                    

La señora Wu no dejaba su lugar frente a la puerta de su joven amo, no por lealtad a ese ruin hombre que la obligo a servirle a ese delicado niño desde que lo arrebato de su familia,  sino por que tenía miedo de lo que ese joven le pudiera hacer por la ira, el enojo y la sed de venganza que se veía en sus ojos, parecía un perro con rabia, al que le lastimaron una pata.

Los sirvientes habian tratado  de deternerlo, incluso algunos arriesgaron su vida para impedir que subiera al tercer piso de la casona,para sacar a patadas a ese maldito engendro sexual, segun las aberraciones salian de la boca del joven Xu, el decia que ese sucio bastardo  puso a su madre como una cornuda y a su padre como un hombre bizarro que guardo el secreto de su traición por casi 10 años.

Después de barrer con todos los sirvientes, con la ayuda del ejército de guardias que estaban bajo su dominio, llegó a la puerta del doncel, la ama de llaves era la única que se había salvado, de ser sacada de la mansión a rastras y sólo por que esa misma dama, era la que su padre contrato para ayudar a su esposa, en los últimos años de su enferma vida hasta que murió.

Mi niño ten misericordia este chico no es culpable de las casas que tu padre cometió, rogaba la mujer tratando de calmar a herido hombre,  el es inocente en muchos aspectos, tu padre lo arrebato de su familia, ahora que esta muerto puedo decirlo con libertad, confesó la dama ante la cara de escepticismo del heredero Wen,  tu padre asesino a los padres del joven Wang para poder traerlo aquí.

Mientessss eso es mentira aaa, mi padre era duro, fuerte, pero decente ese engendro que proteges debe ser el culpable de que el haya perdido su camino, mi padre amaba a mi madre, nos crio prácticamente solo nos sacó adelante sin ayuda, el no sería capas de asesinar a alguien solo por lujuria, apártate ahora, es mi última advertencia.

La mujer se pego más a la puerta, hijo no tengo por qué mentirte, mírame, tu sabes quien soy, sabes lo que he servido a tu familia desde mi juventud,  los vi crecer, Los vi formar su propio destino crees que tendría que estar metiendo solo por proteger a alguien que no lo mereciera, dime mi niño, yo sería capas de hacerte sufrir solo por gusto, piénsalo un poco corazón, repetia la mujer ya agotada de este terrible acontecimiento.

Era solo un niño de 15 años cuando llegó a esta casa, como puedes culparlo a él de esta atrocidad cuando aquí el único culpable ya está muerto y su nombre era Wen Rouhan, el joven Wen escucho lo que la mujer declaró, su mente era un caos se sientia como si se hubiera tomado 10 latas de redbull, estaba arto, asqueado, no sabia que creer, a quien creer, de todas maneras no va a quedarse aquí, termnino por decir, demolere esta casa, voy a quemar hasta los simientos si quieres salvar su vida, sacalo antes de que llegue el equipo de demolición que contrate para esto.

Yibo oyó todo lo que el hombre dijo detrás de la puerta, el era todo eso que el tipo afirmaba, acaso no era su esposo el hombre con el que vivió toda su vida, como que fue arrebatado de su familia,  que era todo esto, acaso el de verdad era la basura, el engendro que sedujo a un buen hombre y lo llevó al camino de la perversión, su corazón dolía, su mente palpitaba y sus ojos ardían, como si en ves de lagriamas estubiera llorando trozos de lava incandescente.

Que seria de el ahora, su... bueno el hombre que cuidaba de él había muerto, según lo que oyó de la empleada y ese tipo que lo despreciaba, el no tenía nada para sobrevivir,  ni siquiera tenía conocimiento del mundo afuera de esta mansión como le haría para seguir viviendo sin la protección de ese hombre, de esa casa y de todos los empleados que cuidaban de el, como podría costear sus tratamientos médicos sin nadie allá afuera que se apiadara de él.

El jilguero en la jaula.Where stories live. Discover now