Sus manos apretaron suavemente sus hombros redondos con carne y músculos en ellos, no esos hombros sobresalientes que mostraban un lado frágil y enfermizo -moribundo-.

Las uñas de sus dedos rascaron suavemente la clavícula de Jin, incluso si estaba un poco marcada, era muy ligera en comparación de la clavícula de ese fantasma en pena a la cual podía ver ambos extremos de sus huesos, el valle de sus senos liso sin la enfermiza sensación de hundimiento de la piel pegada a los huesos.

No... los ojos de Obito se fijaron intensamente en los amplios senos de Jin y tomó ambos entre sus manos, apretándolos, pesándolos... si... esta era la sensación correcta, como su suave y tierna carne se derramaba de sus dedos y manos, no como esos senos ligeramente inferiores -pero aun así muy bonitos, Obito, no importa en qué dimensión se encuentre, encontraría a Jin como el ser más perfecto y bello del universo- y más influenciados por genética que por una alimentación saludable y balanceada. No, estos eran los senos de su precioso ángel, llenos de carne y grasa que se desbordaba por los costados de sus dedos, que era agradable de tocar tal cantidad de agradable piel suave y rellena porque su pequeña deidad era una glotona que disfrutaba de la comida y tenía más carne en sus huesos.

Jin gimió suavemente y se removió en la cama, sus senos de frotaron ligeramente contra las palmas cálidas y duras de Obito y soltó un suave gemido.

Obito miró a su preciosa Jin y continuó, sus manos soltaron sus senos y ella soltó un quejido suave por la pérdida de calor en sus senos, pero continuó dormida. Su sueño siempre ha sido tan pesado... tan confiada en que estará a salvo...

¿Por qué había tanta diferencia?

Su preciosa Jin era como un gatito gordo y satisfecho, juguetón y confiado, mientras que esa otra Jin era un ratón asustado que estaba en sus huesos.

Huesos... Obito levantó el top de Jin bruscamente, haciendo que sus senos rebotasen ligeramente y se liberasen de la suave tela rosada con fresas, pero a Obito no podía importarle menos la erótica vista de los grandes pechos de su amada mujercita rebotar lascivamente, no, de hecho, elevó sus senos para mirar fijamente sus costillas.

No sobresalían.

Incluso si pellizcaba un poco, lo único que sus dedos encontrarían sería piel, grasa y musculo, no huesos duros y piel que era como una lámina de papel, las costillas de Jin no eran para nada visibles y Obito soltó el aliento que inconscientemente estaba reteniendo.

Sí... así es como debería ser, su precioso ángel nunca descuidaría sus comidas, ¿Cómo lo haría? Ella era una fiel seguidora de la comida, si no fuese porque sabe que Jin y Banri son padre e hija, bien podría sospechar que Jin pertenece secretamente a la familia Akimichi.

Mirando su abdomen liso y suave, Obito acarició la piel desnuda mirando como incluso si era delgado y liso, su vientre no estaba hundido hacia sus costillas, no, de hecho, incluso tenían ligeramente marcados algunos músculos, los cuales apretó y pellizcó ligeramente viendo su abdomen y sintiendo la densidad de la musculatura debajo.

Sus ojos lentamente miraron las amplias caderas de Jin y no pudo evitar suspirar mientras besaba su abdomen con adoración, sus amplias caderas no eran huesudas y sobre salientes, no, estas eran....

Obito apretó suavemente sus caderas y sintió como incluso si apretaba un poco más fuerte, no necesariamente sentiría los huesos de sus caderas, por lo que suspiró aliviado y miró la tentadora línea de sirena de Jin. Su precioso ángel compasivo no tenía una línea se sirena provocada por sus huesos sobresalientes, sino que era por el puro musculo liso y trabajado.

So Simp [Yandere! Uchiha Obito]Where stories live. Discover now