XIX. Padre

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Jin miró el techo oscurecido con una cara inexpresiva mientras que sus costados estaban siendo abrazados por Kakashi y por Obito, mientras que Rin estaba durmiendo sobre ella y casi que podía sentir a Kurenai abrazando su pierna, todos, obviamente profundamente dormidos.

Al menos Asuma no se le había pegado, pero el azabache roncaba... y fuerte.

En alguna otra ocasión, ella estaría sonrojada y fangirleando por la situación en la que se encontraba siendo abrazada por personajes canónicos tan guapos. Demonios, seguramente se creería la nueva reina del harem o algo estúpido por el estilo, aun así, no podía evitar pensar en la sonrisa falsamente amistosa que tenía Sakumo mientras le decía que ella no se iba a ir de esta casa y, antes de que se diera cuenta, tenía mudas de ropa para dos semanas y pijamas nuevos.

Kakashi insistía en que ella debería dormir en su habitación, Obito alegó que él intentaba acapararla toda solo para recibir más comida, por lo que el albino menor chasqueó la lengua enojado -porque en parte tenía razón- y la mayoría de su grupo empezó a gritarle sobre lo injusto que era Kakashi y expresar su decepción hacia el pequeño genio albino. Por supuesto, Kurenai exclamó que era de muy mal gusto que un chico y una chica compartieran habitación y cama solos cuando ni siquiera eran pareja o tenían algo, que quizás él podría intentar aprovecharse, por lo que Sakumo se sintió escandalizado -¿En qué pensaban los niños de hoy en día?-

En especial cuando vio como la realización golpeó a Kakashi luego de que Kurenai expresara que podría aprovecharse de Jin mientras dormía.

Eh... Sakumo decidió que debería esconder bajo sellos su alijo de pornografía, al parecer sus sospechas no eran infundadas cuando sintió que le desaparecían uno o dos libros eróticos de su estantería en la parte superior...

Kakashi, por supuesto, intentó alegar inocencia y llamó pervertida a Kurenai, por supuesto, como tonto enamorado, Asuma salió a defenderla y hubiera habido una guerra campal si no fuera porque Rin sugirió que hicieran una pijamada, a la cual todos aceptaron para que Jin no tuviera favoritos.

-Obito se regocijaba por dentro porque él sabía que era el favorito de Jin, tontos ilusos, intentando desviar la atención de Jin hacia ellos, ¡Solo él recibiría toda la comida de Jin de primera mano! ¡Y extras! Obito no podía evitar estar todo pomposo y arrogante por dentro, si alguien escuchara sus pensamientos y viera como actuaba, seguramente lo golpearían hasta dejarlo en pulpa morada y negra-.

Cuando Sakumo sonrió suavemente y con algo de falsedad cada vez que Jin preguntaba cuándo podría volver a su casa, ella comprendió la sensación de ser secuestrada y retenida como cuando al principio casi que arrastraba a ambos Hatakes a picnics los fines de semanas.

Entonces, la primera semana después de graduada, cuando le hicieron la foto y al día siguiente que los pusieron en equipos, para cuando pasó la prueba en equipo y cuando empezó sus primeras semanas luego de haber pasado la prueba de su Jounin-sensei... Jin volvió a la residencia Hatake por su propia cuenta, porque realmente no quería volver a su madre después de lo que le hizo, ¿Quién sabe lo que le podría hacer cuando viera el Hitai-ate alojado en su brazo?

Entonces, por miedo a la reacción violenta de la mujer que la dio a luz en este nuevo mundo, Jin decidió simplemente escaparse de casa para no ver a su madre y evitar a su abuela, que, aunque había intentado defenderla, había dicho palabras para intentar persuadir a su madre que no le gustaron para nada, porque su abuela conocía sus objetivos y los apoyaba, sin embargo, para intentar disuadir la reacción agresiva de su madre, su abuela le estaba hablando sobre los posibles beneficios sobre casarse con un shinobi y blablablá.

So Simp [Yandere! Uchiha Obito]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora