LXXXIV. Agravios

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Jin no se dio cuenta del alcance de sus palabras hasta minutos después en los cuales su ira asesina estaba siendo aplacada por suaves toques y besos de Obito. Todo su dialogo interno, su ira y rabia habían sido aplacados por dulces palabras de cariño y consuelo de parte del Uchiha, el cual la tenía sentada en su cálido regazo mientras sus manos acariciaban perezosamente su cintura, abdomen y caderas.

Mirando a través del gran ventanal por que cual cree que Obito se habría metido, observa grandes estructuras afiladas que, sin duda alguna, no estaban antes allí. Aunque por la oscuridad de la noche no podía observar bien lo que sucedía a la distancia, aun podía percibir vagamente como esas estructuras afiladas estaban goteando líquido y había objetos atravesados por las estructuras.

Jin podría hacerse una vaga idea de lo que había sucedido, pero no podía creerlo del todo.

¿Por qué Obito utilizaría esa técnica de Mokuton que ejerció con tiranía en la trágica muerte de Rin en el canon? En primer lugar, esa técnica que no distingue a nadie y que solo busca asesinar a gran escala es realmente macabra y para nada el estilo de su dulce y tonto Obito.

En segundo lugar, ¿Por qué la utilizaría por ella? Obito la utilizó solo una vez y fue para masacrar a todos los shinobis de Kiri, de hecho, ¿Cómo la consiguió? ¿No se supone que despertó tal habilidad por una rabia extrema y un descontrol total? ¿No se supone que la despertó por una decepción aplastaste ante la cruel realidad de que Kakashi no solo no había cumplido su promesa, sino que la había roto con sus propias manos al matar a Rin con la técnica que supuestamente debería de protegerla?

Jin se sintió confundida y aturdida, su mente iba un poco lenta porque incluso con el sello purificador que tenía para sustancias que ya sean drogas o venenos, esta clase de veneno afrodisíaco estaba realmente tardándose en disolverse, porque nunca imaginó que alguien caería tan bajo como para envenenarla con... afrodisíacos en un combate -y, hasta el momento, ni siquiera los bastardos de Iwa o los cachondos de Kumo han caído tan bajo como para utilizar drogas afrodisíacas en el combate.

Al pensar en ello, Jin se sonrojó ligeramente, porque si bien en su mundo moderno conseguir drogas afrodisíacas era algo difícil y casi ilícito, en este mundo era algo normal y que, de vez en cuando, las parejas harían uso de estas drogas para avivar las llamas de la pasión, lo cual fue uno de los motivos por los que específicamente no agregó un repelús a esta clase de drogas sexuales.

Jadeando ligeramente, Jin miró las manos de Obito acariciando suavemente las curvas de su cintura y caderas, de vez en cuando colocando su amplia y cálida palma sobre su vientre haciendo pequeños círculos a la vez que besaba su cuello con ternura.

Entonces Jin cayó en cuenta de que estaba en una lencería sexy, que dudosamente podría decirse que cubría algo, drogada con una sustancia que la podría matar si no cogía pronto y en el regazo del hombre que le gustaba, recibiendo mimos y consuelos mientras le besaban el cuello y nuca, sentada en su regazo prácticamente casi desnuda.

—O-Obito-kun... —suspiró Jin sonrojada y avergonzada, sus ojos se cerraron mientras apartaba la mirada.

—¿Ahora estás más calmada...? —murmuró roncamente contra su cuello, su cálida respiración haciendo cosquillas en su piel.

Jin pudo retener exitosamente el gemido lastimoso que escaparía de sus labios, pero no pudo evitar sentir como su coño se mojaba ante al barítono bajo y la rasposidad en el tono ejercido por el Uchiha.

—S-si... —Jin no sabe si respondió o gimió, pero le echó toda la culpa al veneno afrodisíaco que le dio su madre y al alcohol que ingirió antes.

—Te encuentras mejor —las manos de Obito se asentaron en su cintura desnuda, elevándola un poco para que se sentara mejor en su regazo.

Jin no pudo confiar en su voz cuando sintió algo duro presionarse contra su núcleo caliente y palpitante a través de sus braguitas de encaje blanco, por lo que solo asintió doblemente con el rostro sonrojado y nerviosa, ya sea el muslo de Obito, un arma escondida -Obito es su propia dimensión de bolsillo, su kamui es una completa trampa, pero aun así tiene la costumbre de esconder armas en su ropa- o su polla.

So Simp [Yandere! Uchiha Obito]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora