•𝒯𝒽𝑒 𝓁𝑒𝓉𝓉𝑒𝓇•

1K 91 0
                                    

—Apúrate, apúrate—ordenó Aegon saltando sobre la cama de su hermana.

—Tengo que ayudar a Aemond, ya te lo expliqué—contesto Daena.

Aegon bufo y se sentó en la cama con los brazos cruzados y el ceño fruncido, haciendo berrinche como si fuera un niño pequeño, Aemond se rió de su hermano mientras Daena le cambiaba la ropa.

—¿Por qué nuestra ropa siempre es verde y la tuya no?—pregunto Aemond a su hermana cuando está termino de ponerle su ropa.

—Por qué yo utilizo los colores de la casa Targaryen y ustedes utilizan los de la casa Hightower—respondió Daena acariciando el pelo de Aemond.

—Deja de hacer preguntas Aemond—demando Aegon empujando a su hermano—Ya vamonos.

Daena agarró la mano dé Aemond y salió de sus aposentos con Aegon caminando detrás.

—¿Y Hel?—cuestionó el menor.

—No quiso venir, se quedó en sus aposentos—contesto la princesa.

—Ella es muy rara—comentó Aegon metiéndose en la conversación.

—Deja de decir eso Aeg—pidió Daena—Es tu hermana y no es rara solo es un poco diferente en su forma de ver las cosas.

—Alguien que prefiere quedarse encerrada en sus aposentos antes que ir con los dragones es raro—respondió el príncipe encogiéndose de hombros.

Daena prefirió darle por su lado a su hermano y no le contesto para evitar pelear, camino con sus hermanos hasta llegar a su carruaje donde ya los esperaba su sobrino.

—¿Y a este quién lo invitó?—pregunto Aegon y Daena le dio un golpe en el hombro.

La princesa abrazó a Jace, se metió en el carruaje e hizo que el castaño se sentara a su lado para que Aegon y Aemond se sentaran enfrente.

Al llegar a Pozo Dragón los hermanos menores de la princesa Daena salieron corriendo y empujándose entre ellos y detrás salieron Jace y la princesa, caminando más tranquilamente.

—Tú ni dragón tienes, ¿para que quieres llegar primero?—dijo Aegon empujando a Aemond.

—Daena me dejara subir en Onyx—contesto el menor devolviéndole el empujón con la mayor fuerza que pudo para igualar la de Aegon.

—Te va a tragar antes de que estes sobre el—aseguró el mayor con enojo.

—Ya deténganse o le dire a Alicent—amenazo Daena haciendo que sus hermanos bufarán.

Antes de que otra pelea volviera a estallar trajeron a Sunfyre y al pequeño Vermax, distrayendo a los niños.

—Hasta al bastardo le eclosionó el huevo, que decepción eres Aemond—susurro Aegon viendo a Vermax.

Aemond abrazó a Daena e hizo sus manos puño en la falda de su hermana mientras esta le acariciaba la espalda.

—El tuyo tampoco eclosiono, ¿te lo tengo que recordar?—pregunto Daena.

—Mínimo yo conseguí uno—respondió el príncipe.

—Mira Mond—pidió la princesa a su hermano menor.

Aemond volteó la cara y soltó sus manos de la falda de su hermana, sus ojos se iluminaron y una sonrisa se formó en su cara al ver a Onyx salir,  el dragón de un color rojo brillante salió rápida y agresivamente siendo detenido por los cuidadores.

—Es mucho más grande que Vermax—dijo Jace con los ojos puestos en el dragón de su tía.

—¿Lo puedo tocar?—le pregunto Aemond a su hermana con una sonrisa.

La Favorita De Los Dioses Where stories live. Discover now