Su preciosa Jin era tan linda....

Bien, ¿Qué importa si es un pijama de Bakakashi? Es solo eso, ropa.

Secándose con la toalla rosa de corazones, Obito finalmente se puso los pantalones del pijama y finalmente la camisa. Un tic apareció en su ojo mientras miraba su ridícula apariencia frente al espejo, el pijama le quedaba algo ajustado en los pantalones, pero no era algo que incomodase mucho, por el contrario de la camisa, que realmente le quedaba ajustada y no podía abrocharse los botones del pecho.

Mirando como las costuras gemían en agonía, Obito negó con la cabeza y se sacó el pijama de Kakashi.

¿Estaba gordo o Kakashi era demasiado flaco?

Sus ojos se encontraron con el negro reflejado en el espejo y se escaneó de arriba hacia abajo. Claramente no estaba gordo, pero tenía bastante masa muscular, lo que le daba una apariencia mucho más robusta y fornida, sus músculos abdominales hinchados y sus pectorales abultados, Obito alzó sus brazos y ejerció ligeramente presión en sus bíceps, mirando como estos rápidamente se alzaban orgullosamente en una perfecta y redonda curva.

No estaba gordo... solo musculoso...

Una mirada de preocupación se posó en su rostro, ¿Qué tipo de cuerpo de gustaría a Jin? ¿Uno delgado y elegante con músculos más compactos como Kakashi o alguien como él, que era más grueso?

¿Qué pasa si Jin prefiere a los hombres más delgados?

Con una mirada de preocupación, Obito sale del baño sin camisa mientras camina hacia su preciosa mujercita, la cual estaba murmurando algo sobe sellos que Obito no está muy seguro de querer saber... ¿Qué pasa si de alguna manera ella abre un portal dimensional o alguna mierda extraña? Obito no quiere que más aliens vengan a la tierra, gracias, Kaguya fue suficiente.

—Oye Jin... —murmuró Obito y Jin continuó concentrándose en la viabilidad de sus sellos, mordiendo inconscientemente el cepillo dental -Jin tenía la mala costumbre de distraerse mientras se lavaba los dientes y terminaba mordiéndolos, por lo que tenía que cambiar habitualmente de cepillo dental-.

—¿Mmm? —preguntó Jin y, conociéndose, tenía dos vasos al lado suyo, uno con agua y el otro vacío.

Tomando un sorbo de agua sin despegar su mirada de los pergaminos, Jin tomó el vaso vacío y escupió la pasta dental, repitió el proceso una vez más y luego se limpió la boca con una toalla de mano que tenía por si acaso -muchas veces, en su torpeza, terminó derramando agua sobre sus pergaminos provocando que llore amargamente por todo el valioso material perdido-.

—¿Cómo te gustan los hombres? —preguntó Obito inclinándose detrás de Jin, la cual estaba sentada frente a su escritorio.

—Como Obito-kun —respondió Jin distraídamente mientras tachaba algunas palabras en español que Obito entendió vagamente como.

"Espacio" "Dimensión" "Mundo paralelo" y "Multiverso" o algo así.

—¿Y qué tipo de cuerpo prefieres? —preguntó Obito decidiendo no ver mucho de los sellos de Jin.

Prefiere vivir en la feliz ignorancia, gracias.

—Como Obito-kun —respondió Jin y anotó unas cosas más, sin darse cuenta de cómo Obito hizo un puchero.

Jin estaba bastante concentrada hasta que sintió unos fuertes y gruesos brazos rodear sus clavículas y costillas, atrapando sus senos entre el suave abrazo. Parpadeando ligeramente y sin poder seguir escribiendo, Jin miró los brazos desnudos de Obito y su cabeza lentamente empezó a ir a un ritmo de tortuga.

So Simp [Yandere! Uchiha Obito]Where stories live. Discover now