Midnights ✨ || Casi Ángeles

HOY: SÍ, ACEPTO: SEGUNDA PARTE

—Sí obvio. Porque no es someterme y tampoco ser sumisa, ¿entienden?

—No— Mar y yo respondimos al unísono.

—Simplemente es ceder un poco, es.... es- es ceder por la persona que amás.

Mar y yo volvimos a intercambiar otra mirada y la miramos a Jazmín con su hubiera enloquecido, ya que esta no era ella. Cerramos la puerta.

—Basta, Jazmín— pedí.

—Sí, basta, basta.

—¡Shhh!

Mar negó —Miranos, escuchanos, no sabés lo que estás diciendo, Jazmín.

—Mira, te pongo un ejemplo— crucé mis brazos al hablar —Tacho.. pone en la lista que no quiere que uses más minis, como la que tienes puesta ahorita, mira lo cortito que es— señalé —¿Qué haces, dejas de usarlas?

—Porque seguro que pone eso, seguro.

Jazmín puso cara pensativa —Y, bueno... no usaré más minis— se encogió de hombros.

—¿No? Justo vos que te encantan.

—Encima te quedan divinas— comenté, señalando su mini —¿No las vas a usar más? ¿Enserio?

Jazmín sonrió —Está bueno, ¿no? No, pero bueno, tendré que-

Mar rió —Qué bien que me van a quedar todas tus cosas cortitas— se burló.

—¡Ay!— Jazmín se quejó.

El teléfono de Mar comenzó a sonar y ella sacó del zapato el aparato para contestar. Giré a mirar a mi amiga rubia y negué, soltando un suspiro.

—Jazmín, aceptar esa lista, es humillarte.

Ella frunció su ceño —¿Por qué?

—¿No escuchaste nada de lo que te hablamos?

—Ay, Valen, ya les dije, es ceder, nada más— negó, como si fuera lo más lógico del mundo —Además... ¿vos no quisieras saber qué opina Simón? Está ahí adentro, opinando.

—Sí, pero él y yo nos estamos juntos— le recordé y suspiré una vez más —No es como si me afectara... tampoco aceptaría, claramente.

—Mmm, sí, seguro.

Escuchamos a Mar suspirar y colgar.

—No escucho nada— se quejó Jazmín —No sé, no- seguramente lo de las minis no la ponga, eh— dijo, con seguridad —¡Porque a él le encanta verme con minis!

Las tres tratamos de escuchar algo proveniente de los chicos, pero no se oía nada. De pronto, las tres, escuchamos la voz de Tacho.

—¡Hey, gitana, ya estoy listo!

Jazmín tragó saliva —¡Voy!

Cerró la puerta y nos miró con pánico.

—Ya fue, yo me mando— dijo, aunque se notaba lo poco que quería aceptar —Acepto cualquier cosa si total se lo debo por todas las histeriqueadas.