Valentina Brescia Wunder regresa al país que la vió nacer sin saber que la magia empezaría a partir de aquél momento. ¿Qué misterios le depara la vida?
[Simón Arrechavaleta x OC!]
Basado en la segunda temporada de Casi Ángeles.
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Mi alarma sonó e inmediatamente solté un quejido al recordar que hoy, oficialmente, es mi primer día de clases en el nuevo colegio.
Me estiré en mi misma posición y solté un suspiro, acompañado de un bostezo, con los ojos cerrados y mucha flojera. ¿Por qué los colegios tienen que ser tan tempranos?
Después de pasar más de cinco minutos pensando, tratando de volver a dormir y creando fuerzas para levantarme, decidí dejar la pereza de lado y me fui para darme un baño que pueda despejarme. Use la toalla para envolver mi cabello y mi bata para todo mi cuerpo. El uniforme consistía de un polo verde, bastante normal, y una falda corta. Me coloqué mis medias y zapatillas a juego. Sequé mi cabello con la ayuda de una secadora, me puse perfume y el collar de toda la vida.
Cuando bajé me encontré en el comedor principal a mis papás desayunando. Saludé a ambos.
—Buen día— saludó mamá —Ya iba a llamarte.
Papá se rió —En realidad ella me iba a mandar a mi a buscarte, sabemos lo gruñona que eres cuando te despiertan.
—Yo no soy tan gruñona— me defendí y ambos me miraron —Quizá un poco.
Puse un poco de fruta en un plato y agarré tostadas con mantequilla. Tomé un poco de jugo de fresas y sonreí.
—¿Hoy tienes mucho trabajo, papá?
—Bastante. Me duele la cabeza de solo pensar en lo que tengo pendiente.
Tomé un poco de mi jugo —¿Quién me llevará hoy?
—Julio— respondió mamá —Te llevaría yo, pero no puedo llegar tarde a mi primer día de trabajo. Hoy, por lo menos, quiero llegar más temprano, pero no te preocupes que te llevaré otros días.
Y hablando de primeros días... mamá empezará su primer día de trabajo hoy. Ella es diseñadora y me había dado mucho gusto saber que pudo conseguir trabajo en una de las mejores empresas. Es por ese motivo que ambos no pasarían mucho tiempo aquí en casa, así que habían contratado a un personal y me estaba adaptando a todo eso muy rápido. Julio era el chofer y Marta la mucama que me trataba de lo más lindo. Además cocinaba muy bien.
El desayuno pasó relativamente rápido entre risas, anécdotas y llamadas de trabajo por parte de ellos. Me volví a lavar los dientes cuando terminé y avisé que ya estaba lista para que Julio me lleve. Besé su mejilla de mamá y papá dejó un beso en mi frente, ambos deseándome un bonito primer día. Me subí rápido al auto lista para partir al Rockland.
—¿Señorita?— me habló Julio, amable.
Me reí —Valentina— corregí —Puedes decirme por mi nombre.
—Valentina— repitió —¿Pasaré por usted? Porque me comentó su mamá que no sabía si usted se iba con amigos.
—Ah, no lo sé— respondí honestamente —En todo caso te llamo para que pases por mi, ¿está bien? Si me pierdo, le llamo— bromeé.
