Valentina Brescia Wunder regresa al país que la vió nacer sin saber que la magia empezaría a partir de aquél momento. ¿Qué misterios le depara la vida?
[Simón Arrechavaleta x OC!]
Basado en la segunda temporada de Casi Ángeles.
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Grabar el videoclip fue difícil, muy difícil, y no solo para mí, lo fue para casi todos. Jazmín y Tacho aún seguían con una onda media rara; Mar y Thiago, se encontraban peleados porque él la escuchó celando por teléfono a Sebastián; y finalmente yo, sentía un nudo gigante en la garganta y tenía el corazón roto. No podía creer como una persona que decía te amo podía hacer lo que Simón me había hecho y yo solo me preguntaba algo; ¿cuándo? ¿Cuándo terminó el amor? Y más importante; ¿quién era ella?
Lo cierto era que nada de eso importaba porque no podía perdonarlo, a pesar de amarlo como lo hacía, no podía. Me había traicionado, me había roto y yo necesitaba cuidar mi corazón, lo que quedaba de él.
Lo que más me dolía es que habían pasado horas y Simón no se había dignado a hablar conmigo, él no sabía que yo lo había visto, no quise hacerme notar porque aquello iba a ser humillante y por la misma razón, evité que Thiago lo golpee pese a que Simón se lo merecía. Necesitaba tener más fuerzas para la confrontación que se me venía, las necesitaba.
Thiago no dejó que me vaya a casa. Estaba furioso, preocupado y me hizo saber que prefería que yo no esté sola. No tenía ganas de discutir, solo de llorar. Quería llorar hasta que no pueda hacerlo más y me quería ir lejos, tan lejos que solo queden recuerdos.
Cuando llegamos a la mansión, yo estaba seria, me encontraba en un estado neutro y eso preocupó un poco más a Thiago. Sin embargo, no dijo nada y yo agradecí eso.
—¿No querés que hagamos algo?— propuso.
Lo miré —Quiero irme a casa.
Suspiró.
—¿Por qué no vas con las chicas? ¿Quizá te ayuda? ¿Quizá puedas hablar con ellas?— insistió.
Simplemente asentí —Vale.
Thiago tomó mis manos y dejó un beso corto. Yo lo miré y traté de sonreírle, pero no pude, solo le di la mirada más suave que pude y entré al cuarto de las chicas. Allí, me encontré con otra escena. Jazmín y Mar estaban llorando cada una apoyada en el papá de Mar; Terremoto. Decidí acercarme a los tres, no dude más y me senté en el piso apoyando la cabeza sobre una de las piernas de Terremoto. Enseguida, las chicas tomaron mis manos y sollozaron una vez más. Yo simplemente cerré los ojos.
—¿Quieren agüita, chicas?— Terremoto preguntó.
—No— Jazmín sollozó en respuesta.
—La llamo a Cielo si quieren.
Las tres negamos —No.
—Hablemos de otra cosa. Del boxeo, así.. del boxeo femenino, tractorcito. Les- les cuento algo. Hay dos grandes ramas que son; el boxeo profesional y el-el boxeo amateur-
Lo miramos. Terremoto se encogió de hombros.
—No hay que decidir ahora, eh.
Las chicas sollozaron en respuesta, yo suspiré. ¡Me quería ir a casa! Pero no podía dejarlas solas.
