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Jimin estaba sentado al día siguiente en el salón mirando al abuelo de Bae trabajar desde temprano. Pensó que a estas horas podría ver a Bae como quería, pero ella no estaba ahí aún.

Al cabo de un rato apareció ella por el pasillo directo a saludar a su abuelo. Hoy no trabajaba así que podía aprovechar estar con ella. Jimin se levantó para dirigirse a la salida, no sin antes mirarla haciéndole saber que la esperaba afuera. Bae quedó sorprendida, pero se despidió del abuelo y camino a la salida también pero siendo cuidadosa de que su abuelo no supiera que iba con el chico.

—Hola.—saludó ella con pena.

—Quiero invitarte a un lugar, lo encontré hace poco caminando hacia el este.

——

—Jimin esto es... el lago mágico como se lo llama aquí en el pueblo.—dijo ella acercándose un poco más a él que se encontraba mirando el agua de manera neutra.

—Es un lugar relajante, y este lugar lo ví hace poco y pensé en venir aquí contigo.—posiblemente no sea nada, pero para ella el escucharlo decir eso hizo que en su estómago se removiera sus emociones. Esperaba poder controlar su timidez en las mejillas.

—Oh.. sabía venir aquí sólo con mi familia porque sola me lo tenían prohibido. Después nunca más vine porque mi familia ya no está completa como antes.—reveló, Jimin la miró a su lado unos segundos.

—Puedes contarme si deseas, soy bueno escuchando.

Ella rió levemente.— No hace falta, estoy bien así.—quedaron en silencio nuevamente, el sonido del ambiente era lo único que se escuchaba.— Por cierto, ¿cómo está tu herida?

—No te preocupes, fue solo un corte. Está bien.

Otra vez, salía su lado cerrado y misterioso. Era como si cada vez que querías saber algo de él, se alejaba y su rostro no mostraba expresión alguna. ¿Alguna vez lo verá sonreír?

—Debes tener cuidado..—se animó a decir mirando solo al agua, evitando sus ojos que podía sentir que estaban en ella, observándola.

—¿No quieres entrar al agua?

Bae levantó rápidamente la cabeza para mirarlo con los ojos bien abiertos. Nunca se le hubiera ocurrido meterse al agua de este lugar, y aún más recordando que sus tías siempre le decían que una señorita no debía hacer eso, que era humillante si alguien la viera así.— ¿Está loco? No puedo meterme en un lugar así, ni mojarme. ¿Sabe cuantos ojos encima tendré si me ven llegar mojada al pueblo? Van a correr rumores, y quiero pasar lo más desapercibida posible, para siempre.

De nuevo, ni una expresión en su rostro.

—Bueno, lo haré solo yo. ¿Puedo señorita?—la miró pidiendo permiso. Bae solamente asintió sin pensarlo mucho, su mirada la dejaba cautivada a veces, y eso siempre se le hacía raro.

Lo vió bajar un poco hacia el borde del lago con agua realmente cristalina que era para adorar. Bae caminó hacia una roca a sentarse mientras lo veía, cuidando su vestido. Jimin se metió hasta que el agua le llegase por encima el abdomen, él no tenía miedo de mojarse completamente, su cabello también estaba mojado y acomodado por él.

Hombres que parecen dioses hermosos realmente los hay, él es uno.

No le molestaba tener que mirarlo de lejos.. cuando él prestó atención a ella, se sintió pequeña. Por alguna razón este momento se sentía prohibido.. algo que nunca hubiera hecho o aceptado a cualquier otro chico.

Pero Jimin...

HOTEL ✓  park.jmWhere stories live. Discover now