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Había amanecido y Bae estaba trabajando aún con esa opresión en el pecho por lo que le sucedió anoche volviendo de la casa de su amiga. El miedo todavía no se había ido aunque estuviera en casa con su abuelo y con gente que ya conoce a su alrededor. Estaba acomodando los vasos en la parte baja de la barra de a uno.— Hola.—ella pegó un pequeño chillido del susto que le causó que alguien la hablara.

Cerró los ojos presionandolos por unos segundos y los abrió encontrandose con un huésped del hotel, pero no cualquiera, aquel chico misterioso estaba mirando desde el otro lado. Al verme actuar así levantó sus cejas en confusión.— ¿Estás bien? Desde anoche que te veo alterada.—dijo, su voz era suave, nada grave ni intimidante. Era.. totalmente agradable a los oídos de Bae, hasta hipnotizante diría.

Entró en razón de nuevo. Aún con el corazón a mil pues él, le causaba cierta ansiedad porque jamás habían intercambio palabras alguna.

—Am sí, sí, sí yo..estoy bien.—acomodó el último vaso y lo miró, como pudo.— ¿Necesita algo?

Negó.— Sólo me acerqué a saludar.—sonrió levemente sin mostrar sus dientes, casi como si fuera obligado y eso ponía más ansiosa a Bae.

—Ah, bueno. Hola.—dijo ella. No supo que más decir. Y más quedaba sin habla con aquellos ojos que la atravesaban del chico misterioso.

—¿Cómo te llamas?

Bae casi se atragantó con su saliva, no esperaba que quisiera saber su nombre. Pero notó como lo preguntó sin mucho entusiasmo alguno, su cara era neutra, solamente mantenía los ojos fijos en ella. Ella era más nervios que persona.— Bae..—dijo en voz baja.

Él solamente asintió, neutro y lentamente.

—Cuídate, Bae.

Y se fue.

Bae quedó anonadada, aunque él no lo dijo con intenciones mayores, solamente fue un decir, lo que cualquier persona dice al despedirse. Pero ella estaba alterada aún por su experiencia anterior. Recordó que pidió su nombre pero él jamás le dijo el suyo, ella no lo sabía pero quizás su abuelo sí porque él lo atendió cuando llegó al lugar la primera vez, pero Bae no iba a preguntarle a su abuelo por razones obvias y además porque ella no sabía mentir muy bien.

Pero en el hotel está la libreta con los nombres de los huéspedes y sus respectivas habitaciones ocupadas.

HOTEL ✓  park.jmWhere stories live. Discover now