Asteria creció escuchando como un día dos hijos de Adán y dos hijas de Eva llegarían para liberar Narnia de la dictadura de la Bruja Blanca, pero ella no esperaba que cuando eso ocurriera sería capaz de mover cielo, mar y tierra por proteger a uno d...
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Marchamos hacia la Isla Oscura al amanecer.
Durante la noche nos dedicamos a alimentarnos y a descansar, mientras nos preparábamos mentalmente para lo que sea que nos iremos a encontrar en aquella isla.
La tensión se siente en el navío mientras nos acercamos. A pesar de que intentamos mantenernos positivos sobre lo que ocurrirá, también sabemos que no siempre las cosas salen como deseamos.
- ¿Qué creen que haya allí?
- Nuestras peores pesadillas - responde Edmund y siento un leve apretón de su mano sobre la mía cuando habla.
- Nuestros deseos más tenebrosos.
- El mal puro - todos miramos a Drinian, que suelta el timón y se prepara para comenzar a dar las órdenes a su tripulación -. Tavros, abre el arsenal.
- Si, señor.
- ¡Arqueros! ¡Prepárense!
- Si, capitán.
- ¡Enciendan los faroles!
- Hay que alistarnos - nos dice Caspian y siento una oleada de ansiedad invadirme.
Llegó la hora.
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Voy con Lucy hacia su camarote.
Nos preparamos juntas para lo que se avecina. La veo colgarse su porta daga mientras me ajusto la armadura, ambas en completo silencio.
No puedo evitar pensar en la Edad de Oro de Narnia, cuando batallamos contra el Imperio Calormen porque el Príncipe Rabadash no aceptó que Susan no se quisiera casar con él. En ese momento el príncipe tenía intenciones de invadir Archenland y luego Narnia. Por suerte, fuimos avisados y pudimos acorralarlo en su intento de ingresa a Archenland.
En ese momento, Peter se encontraba liderando la batalla contra los gigantes del Norte, por lo que fuimos liderados por Edmund. Susan se quedó en Cair Paravel, pero Lucy nos acompañó para luchar codo a codo junto a su hermano.
Creo que ni siquiera ella lo recuerda, pero tenía una gracia natural en batalla. Además, no solo era hábil en combate cuerpo a cuerpo, también aprendió a dominar a la perfección el arco y la flecha, manteniendo una destreza impresionante. Aun así, nunca alardeó de sus habilidades y siempre se destacó por su espíritu valiente.
Aslan hizo bien al nombrarla Reina Lucy la Valiente.
- ¿Crees que saldrá todo bien? - pregunta Lucy sacándome de mis pensamientos.
- Claro que sí, saldrá bien mientras trabajemos juntos - digo dedicándole una sonrisa tranquilizadora - ¿Recuerdas la batalla contra Rabadash?
