Capítulo 44

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Jeray guardó todas las fotos en la caja y le marcó a Borbón, ordenándole que aumentara la seguridad de sus padres. También llamó a sus amigos y los alertó para que tomaran medidas.

Nunca imaginó que aquella situación iría tan lejos y que debía protegerse de Ivanna cuando en el pasado habían hecho tantos tratos. Siendo tan recto y suspicaz no debió dejarse llevar por lo que aquella mujer le había dicho que podía satisfacer en él, pero si no se hubiera involucrado en ese mundo, nunca hubiese conocido a su ángel.

Entró al apartamento y le ordenó a Christian redoblar la seguridad en el edificio, así como dejar varios hombres en el pasillo. No entendía cómo habían burlado la seguridad, si había ordenado que nadie tenía la autorización de pasar sin que primero le informaran a él.

Pensó en si debía decirle a Avery lo que estaba sucediendo, pero no quería preocuparla de más o hacer que su salud se viese más afectada de lo que estaba, después de todo, que Ivanna le hiciera daño a ella o a su hermano era su mayor temor. De momento la dejaría descansar y cuando se sintiera mejor hablaría con ella al respecto.

Jolie llegó en cuestión de minutos y él le explicó con brevedad lo que estaba pasando. Le había pedido a Luca que acompañara a Avery y estuviera pendiente de ella para cuando despertara, así el niño no podía escuchar la conversación que estaba llevando con su prima.

—Jeray, no puedes ocultarle todo a esto a mi tío. Es cuestión de tiempo para que sospeche y pregunte por qué decidiste redoblar la seguridad en casa. Entiendo que no quieres que ellos se enteren de tus… actividades, pero esto ya se salió de tus manos y ahora todos corremos peligro.

—Yo solo quiero proteger a Avery.

—Lo sé, pero no podemos tapar el sol con un dedo. Explícales la situación como lo hiciste conmigo, tú más que nadie sabes que no van a juzgarla ni a pedirle que se aleje de ti. Todo lo contrario, la ayudarán tal como lo estamos haciendo todos. Ella es una víctima más de la maldad —suspiró—. Cualquier cosa se puede esperar de esa mujer. Esas fotos son una clara advertencia de que si no das un paso atrás, atacará en cualquier momento.

—No voy dejarme intimidar por ella. Seguiremos en pie con la denuncia.

—No esperaba menos de ti —sonrió—. ¿Ya revisaste las cámaras de seguridad?

—No, justo te estaba esperando para que fuéramos juntos.

La mujer asintió y salieron del apartamento, dejando la orden a los hombres que no se podían mover de la puerta por nada del mundo, ni dejar pasar a nadie que no conocieran. Jeray estaba preocupado por su ángel, porque ella era la más vulnerable y a la que Ivanna atacaría en cuanto tuviese oportunidad. No la quería dejar sola ni un solo segundo.

Bajaron a la primera planta y se encontraron con el jefe de seguridad, que de inmediato los guio hasta la sala y les enseñó los vídeos de horas antes, solo que en las pantallas, media hora antes de que la caja fuese dejado frente a la puerta del apartamento de Jeray, todas quedaron en negro, y no fueron reestablecidas si no minutos después, justo cuando él estaba viendo las fotografías y miraba a los lados.

—Todavía no logramos entender qué pudo ocurrir, señor. El guarda de seguridad no se percató de que las cámaras habían dejado de funcionar si no hasta que me pidió las grabaciones.

—¿Dónde estaba ese hombre que no se dio cuenta? ¿Acaso su trabajo no es vigilar cada rincón del edificio?

El hombre sudaba frío ante las preguntas de su jefe. Algo así jamás había sucedido en el edificio, por lo que no podía darle una buena respuesta al hombre ante sí, que estaba furioso y alterado por lo sucedido.

Infierno [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora