Intensificando el beso, Sebin tironea un poco los cabellos negros de JungKook, quién suelta un gemido y su labio inferior recibe una mordida por parte de la chica.

— Me vuelves loco, muy loco. — Murmura.

Separándose apenas un poco de sus labios. Su respiración agitada se vuelve pesada y nuevamente vuelve a atacar los preciosos belfos de Sebin.

La joven toma ventaja del pequeño jadeo que JungKook suelta y sin pedir permiso alguno, sus dientes muerden con suavidad el mentón del pelinegro y luego sus besos húmedos comienzan un sendero hasta el cuello de él.

JungKook afianza su agarre en las caderas de Sebin y tira su cabeza hacia atrás permitiéndole un acceso mejor. Ella besa, muerde levemente y succiona teniendo el cuidado de no crearle marcas.

— Joder, Sebin. — Gruñe cuando la mano de la chica viaja hasta su miembro y lo acaricia con sutilidad.

—¿Te gusta, uh?— Dándole un pequeño mordisco en su lóbulo, susurra coqueta.

JungKook asiente perdido en su placer único. Un placer que solo Sebin puede proporcionarle.

— Es una lástima que deba quedarse aquí. — De repente, los labios de Sebin ya no los siente en su piel.

Abriendo sus ojos y volviendo a mirarle, JungKook deja notar sus orbes brillosos ocasionado por su deseo. Sebin le mira con media sonrisa de picardía.

— Ves, te encanta provocarme. — Tomando un poco de aire, JungKook habla con dificultad. — Esto es maldad.

— Estamos en el trabajo, Doctor Jeon. — Murmura divertida. — Y debemos seguir con nuestros deberes como personal de salud.

— Estás jugando con fuego. — Asintiendo más para si mismo, muerde su labio inferior y con una de sus manos, toma el mentón de la pelinegra y le acerca lo suficiente como para volver a rozar sus labios y susurrar:— Vale, juguemos con fuego, Xiao.

— Doctor Jeon, usted saldrá perdiendo. — Convencida de sus palabras, toma la mano de JungKook y la aleja con lentitud. — Sé porque lo digo.

—¿Que tan segura estás?

— Diez de diez. — Sin poder evitarlo, JungKook tironea una sonrisa y guiña su ojo juguetón.

— En este caso, ambos ya hemos cedido del todo. ¿Verdad?

— Yo aún no. — Negándose, aleja un poco a JungKook y salta del escritorio. Sus ojos van hacia el rostro de él y haciendo puntitas de pie, besa la comisura de sus labios. — Es un gusto haber vuelto, Doctor.

Dejándolo con sus palabras a mitad de decir, Sebin sobrepasa a JungKook y con un andar coqueto, comienza a caminar hasta llegar a la puerta. Dónde frena y se da media vuelta encontrándose con una mirada chispeante por parte del pelinegro.

— Espero que haya tomado en cuenta mis palabras en la cafetería, Doctor. — Dice encogiéndose de hombros y sin más por señalar, Sebin abre la puerta del consultorio para salirse de allí una vez por todas.

Comenzando a caminar por el gran pasillo, suelta una risita traviesa y remoja sus labios. No caería así porque si. Claro que no.

Mientras tanto, JungKook se tira al asiento que anteriormente ocupó Sebin y suelta un suspiro mezclado con una sonrisa.

¿Que había sido todo eso? Maldición. Nunca nadie lo había dejado de esa forma con simples besos, caricias y mordidas sutiles.

— Acabarás conmigo, Sebin. — Susurra inaudible.

Tirando su cabeza hacia atrás, cierra sus ojos y respira buscando su tranquilidad, pero es cuestión de un minuto para que la puerta del consultorio se abra y escuche pasos hacia su persona.

— Mamón, ¿Que sucedió?— TaeHyung llega hasta su lado. Él apenas abre su ojo izquierdo y puede notar la incertidumbre en el rostro de su amigo. — Estuve dando vueltas como un estúpido para ver si Sebin se había ido y cuando le crucé hace un minuto no dude en venir. Dime, ¿Te ha dejado sin huevos?

Incapaz de soportarlo, JungKook suelta una risotada y se reincorpora para luego pararse y acomodar su bata blanca. Dándole una mirada a TaeHyung, alza sus cejas varias veces indicándole que algo más que charla había sucedido.

—¡Que me caigo de culo!— TaeHyung exclama cuando se da cuenta de que JungKook y Sebin tuvieron más acción que charla. —¡Al fin, coño!

Pegando saltitos en su lugar, hace varios movimientos con sus manos y luego agarra a JungKook de sus hombros para samarrearlo.

—¡Al fin, maldito idiota! ¡Al fin!— Chilla sin dejar de mover al chico de un lado a otro. —¡Me tenías estúpido ya!

—¡Suéltame!— JungKook le da un manotazo como puede y TaeHyung ríe festivo por ello. — No ha sucedido nada de otro mundo.

— A mi tía con ese cuento, Jeon.— Le apunta. — Es obvio que se han comido la boca, solo hace falta mirarte los labios.

JungKook se toca sus labios y luego los remoja al sentirlos un poco hinchados. No le importa en lo absoluto.

—¿Y eso qué? TaeHyung, necesito recuperar a Sebin y me ha dejado en claro que no confía en mí.

— Eso es obvio, ¿No?— Algo enfadado de repente, TaeHyung le devuelve. — Pero eso es un tema que lo hemos hablado muy bien y ya sabes que entiendo ambas partes.

— Un tema que debemos de hablar cuanto antes.

— Por favor...— TaeHyung chasquea su lengua y se cruza de brazos. — Para ustedes hablar es sinónimo de follar donde sea y como sea.

—¡TaeHyung!— JungKook chilla soltando una risa nerviosa.

— Vamos hombre, que tengo 29 años y no soy ningún idiota. — Le recalca. — Ustedes primero irán a la acción, se comerán como dos locos y luego procederán a hablar.

— Cállate un mes, ¿Quieres?.— Eso, cállame. Sabes que tengo la razón.

JungKook ríe por las ocurrencias de su amigo y se da la vuelta para sentarse en su lugar.

Claramente debería comenzar a trabajar en que hacer con respecto a Sebin. Porque maldición, no podía dejarla ir nuevamente. 


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⏰ Last updated: Mar 19 ⏰

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