Capítulo 19.

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Los siguientes días fueron muy difíciles, ya que Julie se estaba debilitando. Cada vez su cuerpo era más transparente, y las puntas de sus dedos habían desaparecido por completo.

No hablábamos mucho ya que intentábamos evadir el tema por todos los medios. No éramos capaces de asimilar que en algún momento ella se iba a ir de nuevo, por lo que cada vez que estábamos juntos lo estábamos en silencio.

Decidí tener un detalle bonito con ella por si era hoy el día de su marcha, ya que no sabíamos cuándo sucedería. Podría ser ahora mismo, esta tarde, mañana o quizás dentro de un mes.

Me metí en mi habitación y cerré la puerta con cuidado. Luego me tiré en el suelo, y de debajo de la cama saqué una caja.

Esta era una caja de zapatos que había pintado de varios colores, para que fuera más bonita.

En esta caja guardaba toda clase de recuerdos sobre Julie, desde fotos hasta ropa, y cuando me sentía solo los miraba. No sé por qué, pero me acordé de la existencia de esa caja y me parecía buena idea enseñárselos y rememorar un poco el pasado, así hablaríamos de algo.

¡Julie! ¿Puedes venir? - La llamé desde el suelo, deseando que se hubiera enterado, ya que estaba en el salón.


Unos segundos después apareció, entró en la habitación y cerró la puerta.

¿Qué es esto? - Preguntó mientras se sentaba al lado mío.


Eso es lo que te quería enseñar. Esta es una caja en la que he ido guardando cosas desde que tengo uso de memoria.


La abrí con cuidado, dejando ver todo lo que guardaba en su interior. Una de las cosas que estaban más arriba era una pulsera muy colorida, que estaba un poco descosida.

¡No puede ser! - Exclamó, tomándola entre sus manos.


Pues créetelo. Nuestra primera pulsera de la amistad.


Qué envidia que aún la conserves... La mía la perdí en la playa.


Por eso tenemos tantas pulseras de la amistad, siempre las perdías todas. - Dije riéndome.


Saqué una bolsita que estaba en un lateral, casi al fondo de la caja, que contenía más de siete pulseras diferentes.

¡¿Cómo demonios las has guardado todas?!


Siendo cuidadoso, no como tú, que de pequeña eras como un huracán.


Ehh, no te metas conmigo. - Dijo, dándome un suave golpe en el brazo.


Saqué una foto, que estaba un poco arrugada. En esta aparecíamos los dos, con más o menos doce años. Yo llevaba un traje negro que me estaba un poco grande, ya que era de mi hermano mayor, y Julie llevaba un vestido amarillo con un lazo en la zona de su cintura.

Ambos sonreíamos enseñando un diploma, el cuál también estaba guardado en la caja, por lo que lo saqué también.

La foto nos la habíamos echado en nuestra graduación de primaria, cuando estábamos muy orgullosos por las notas que habíamos tenido, y nuestra mayor preocupación era si íbamos a tener tiempo para irnos a jugar luego.

¿Lo estoy haciendo bien, Julie?Where stories live. Discover now