¿Lo estoy haciendo bien, Julie?

Capítulo 13.

-Julie-

(Hace seis años).

Liam y yo íbamos a ir a una fiesta, pero no era una fiesta cualquiera, ya que esta daría inicio al último verano como menores de edad, el último antes de ir a la universidad.

He de admitir que estaba bastante nerviosa, ya que llevaba un tiempo queriendo declararme a Liam, mi mejor amigo. Me había costado mucho tiempo admitirlo, pero me había dado cuenta de que estaba enamorada de él.

Es cierto que todo lo que conlleva una relación: los cariños, las palabras bonitas, la atención constante... Nunca había sido lo mío. Siempre he sido una persona a la cuál le cuesta mucho abrirse a los demás, pero con Liam siempre me ha sido muy fácil. Surgía con naturalidad.

Al principio pensaba que era porque es mi mejor amigo, y los mejores amigos se tienen mucha confianza. Pero tras haber pensado en besarle más de una vez cuando nuestras caras se juntaban era una clara señal de que quizás estaba desarrollando sentimientos por él.

Mi madre me ayudó a prepararme, me eligió el vestido y me ayudó con el maquillaje. Mientras, mi padre estaba en el salón esperando para ver cómo había quedado. Ambos sabían lo que tenía planeado hacer esa noche, y se alegraban porque pudiera expresarme con Liam. Decían que ellos se habían dado cuenta de todo hace mucho tiempo, pero estaban esperando a que yo lo descubriera por mi cuenta.

Salí por el pasillo hasta llegar al salón donde mi padre, al verme, esbozó una enorme sonrisa y se acercó a abrazarme.

Tesoro, estás preciosa. Seguro que Liam cae a tus pies al verte.

¡Papá! - Exclamé dándole un pequeño golpe en el brazo mientras me sonrojaba. Él comenzó a reírse, feliz por haberme molestado un poco.

La puerta sonó, debía de ser Liam.

Mi padre se acercó a mí y me abrazó de nuevo.

Pásatelo muy bien.

Mi madre, que acababa de llegar de mi habitación, donde habíamos estado arreglándome antes, también se acercó a mí y me abrazó con fuerza.

Y ten mucha suerte con lo de Liam.

Me lo pasaré genial. - Respondí, mientras sonriente me dirigía a la puerta y la abría.

Liam iba vestido con algo sencillo, un bañador y una camisa playera. Llevaba su pelo ondulado algo revuelto, justo como a mí me gustaba.

Se quedó observándome unos segundos con una media sonrisa en su cara, y luego me tendió una mano para ayudarme a bajar los dos escalones que había en la puerta de mi casa. Sin soltar mi mano me hizo dar una pequeña vuelta sobre mí misma, la cual me hizo que me riera un poco.

Estás preciosa. - Dijo, sin soltar mi mano.

Tú también vas precioso. - No pude evitar sonreír mientras lo miraba.

Comenzamos a caminar hacia la playa. Teníamos que llegar a la parte del acantilado, que quedaba un poco más lejos de mi casa que otras zonas de playa, por lo que tardamos alrededor de quince minutos.