¿Lo estoy haciendo bien, Julie?

Capítulo 18.

Me desperté. Miré a mi alrededor, en busca de Julie, pero no estaba en la cama. Me incorporé y me levanté, decidido a buscarla para darle los buenos días.

Al salir de la habitación y entrar al salón escuché un sollozo. Giré al acabar el pasillo y ví a Julie sentada en el sofá. Estaba de espaldas a mí, y los sollozos provenían de ella.

¿Qué te pasa? - Pregunté, lo que hizo que se asustara un poco y se diera media vuelta.

No pasa nada, yo sólo estaba...teniendo un momento emocional. Por toda la situación.

Me acerqué a ella y la abracé, aunque sentía que no me estaba diciendo la verdad.

Oye, no te preocupes, no es nada importante. - Me dijo con una sonrisa.

Supe que era mentira cuando la miré a los ojos. Los ojos de Julie siempre me decían la verdad, aunque ella no quisiera decírmelo.

Sabes que pase lo que pase yo estaré aquí para tí. Y da igual que no sea "algo importante", ¿vale? - Dije mientras la tomaba de las manos.

Pero fue entonces cuando me dí cuenta. Al tomarle las manos me dí cuenta de que las puntas de sus dedos estaban desapareciendo. Eran un poco más transparentes que el resto de su cuerpo, y sospechaba que poco a poco el resto de su brazo se iría viendo así, hasta desaparecer por completo.

Miré a Julie, que tenía una cara de terror, mientras las lágrimas seguían cayendo por su rostro.

Apartó sus manos de las mías, y las escondió debajo de la sudadera que le había dejado.

Estoy desapareciendo...

No quería asimilarlo. No quería.

No podía perder a Julie, otra vez no.

La atraje hacia mí y me quedé abrazándola, mientras mis ojos lagrimeaban. Acaricié su pelo con dulzura, negándome a vivir en un mundo en el que ella no estuviera.

Julie terminó el abrazo, y me miró fijamente.

He pensado que querría hacer una cosa antes de irme de nuevo.

No digas eso, Julie. Por favor. - No lo soportaba.

Pero es la verdad, Liam. No podemos engañarnos. Va a llegar un día en el que desapareceré al completo, aunque ninguno queramos.

¿Qué es eso que querrías hacer? - Pregunté, intentando cambiar de tema.

Me gustaría visitar a mis padres.

Hacía años que no visitaba a los señores Waldorf, los padres de Julie. Recuerdo que la última vez que los ví fue en el entierro de su hija, y jamás volví a hablar con ellos.

No sabía con qué excusa volvería a aparecer por su casa, pero si era lo que Julie quería haría un esfuerzo.

Voy a llamar. - Dije, tomando aire.

Julie me miraba, expectante.

Volví a observar la puerta y le dí un par de golpes. Unos segundos después esta se abrió, dejando ver al señor Waldorf.