Obsesión||Calum Hood

30. Destrucción

Narrador Omnisciente:

La lluvia caía muy fuerte sobre la ciudad de Nunavut causando que el ambiente fuera frío y húmedo. Tan frío que sí una persona estaba más de unos minutos afuera sin ningún tipo de protección contra el frío moriría.

Poco a poco se podían ver como los granizos caían y por cómo se veía el cielo era obvio que algunos truenos y relámpagos se aproximarían en cualquier momento.

Mientras todo esto pasaba Bella se encontraba encerrada en su cuarto. Ya había pasado media hora desde que había dejado a Calum con el anillo.

Ella tenía una mezcla de sentimientos y no sabía que hacer. Sentía: confusión, miedo, angustia, emoción y nostalgia. Pero el sentimiento más grande que debería sentir en un caso así estaba ausente.
Ella no sentía amor en este momento y eso la preocupaba más que nada.

Por qué cuando Calum se le declaró ella no sintió amor o ese mismo sentimiento que sintió cuando ellos eran sólo unos adolescentes?

Ella necesitaba pensar y aclarar su mente antes de hablar con el. Claro que el no había tratado de hablar con ella desde lo ocurrido y era de esperarse.
A ninguna persona le gustaría que salieran corriendo cuando le proponen matrimonio a otra.

Dios mío ella estaba tan asustada de lo que pasaría a continuación. Sabía de lo que era capaz Calum y eso la aterraba.

Y sí en parte esa era una de las razones de que ella saliera corriendo. Ella aún no lo había perdonado por llevársela de esa manera. De qué la hiciera sufrir las primeras semanas y de que la hubiera encerrado como un animal.

Pero había otra parte de ella que sentía algo bonito por el. Era el recuerdo de su infancia y adolescencia a su lado. De todas las ilusiones y sueños que ellos tenían juntos. Pero eso ya no podía ser. Las cosas habían cambiado mucho. ELLA y EL habían cambiado mucho. Por lo tanto ella no podía aceptar su propuesta de matrimonio así por que sí.

Ella preferiría seguir con esto de las citas y de conocer más a la nueva persona que era el ahora. Tomarse su tiempo y disfrutar de la vida ya que los dos eran muy jóvenes.

Ella apenas tenía 18 y el 20. Aún les quedaba toda una vida por delante y no había que apresurarse al matrimonio.

Además ella sabía que el matrimonio conllevaba muchas cosas a las que ella no estaba preparada. Apenas estaba rompiendo su caparazón para salir y explorar más el mundo. No podía casarse ahora.

Tenía que explicarle todo esto a Calum antes de que piense que no lo quería por que a la verdad sí lo quería y lo apreciaba.

El había sido básicamente el primero en todo en su vida y además se conocían desde niños. Ni modo de que ella no sintiera nada por el.

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Luego de llorar unas horas Bella se levanto y camino hasta el baño. Se vio en el espejo y vio como todo su maquillaje se había arruinado.

Rápido se quitó el vestido y lo demás para meterse bajo la ducha dejando que la lluvia artificial la relajara.

Por fin había dejado de llorar por que desde lo sucedido no había parado. Sentía mucha tristeza por Calum. Por el gran dolor que le había ocasionado ella.

Luego de 20 minutos ella salió del baño y se vistió. Estaba dispuesta a dar la cara y explicar todo de una vez por todas.

Con mucho valor bajo las escaleras para quedarse con la boca abierta. Todo era un desastre!

Los muebles estaban al revés y habían vidrios por todo el piso. La mesa del comedor estaba rota y la cocina estaba peor.

Narra Bella:

Me dirigí al jardín y se me aguaron los ojos. Todas las plantas estaban desechas. Las que yo quería tanto y que plante con mucho cariño. Las que básicamente eran mis "amigas" estaban muertas.

Calum había hecho todo este desastre en menos de dos horas. Pero y ahora dónde está?

Salí del jardín y me tope con Abigail.

:Dónde está Calum?-pregunte con urgencia.

:El se fue Bella

:Qué? Cómo que se fue? A dónde?

:Se fue a Londres y dijo que no regresaría en un buen tiempo

Sentí una presión en mi pecho. Todo me daba vueltas. Me sentía mareada.

El se fue! Dios no puede ser. Por favor el tiene que volver. No podía hacerme esto! Pero quién era yo para decir eso si quien más lo había herido era yo.