Obsesión||Calum Hood

22. Hielo

Maratón 3/3

Narra Calum:

Me levanté más temprano de lo usual. Mire y Bella estaba durmiendo entre mis brazos. Sonreí.

Con mucho cuidado salí de la cama para bajar a la cocina y me dispuse a preparar el desayuno. Saqué un poco de fruta y empece a cortarla mientras prendía la estufa.

Quería preparar unos panqueques y un poco de tocino. Saqué la espátula y empece a darle vuelta a los panqueques para que no se quemarán.

Eran momentos como este que le agradecía a mi nana por enseñarme a cocinar. En verdad es que no sabría que hacer sin todo lo que ella me había enseñado en esta vida pero en fin.

Cuando termine busque un poco de jugo y luego serví el café.

:Vaya alguien se despertó muy temprano hoy-escuche la voz de Bella

:Se supone que te llevaría el desayuno a la cama-hice una mueca a la que ella río

:Pues ya estoy aquí y lo importante es que te tomaste la molestia de preparar esto para mi-sonrió y se acercó para darme un beso en mi mejilla

:En ese caso siéntate que te voy a servir el desayuno

:Si que te esforzaste Calum-dijo tomando un poco de café

:Quería lo mejor para ti y pues

:Te lo agradezco Cal; Trabajaras hoy?-pregunto mientras empezábamos a comer

:Pensaba hacerlo pero ahora tengo otros planes que te involucran

:Ah sí?-me miro divertida-Y que vamos hacer si se puede saber

:No te lo puedo decir; Quiero que sea una sorpresa-le guiñe el ojo

:Vamos Cal! Sabes que no me gustan las sorpresas

:Sí pero esta te va a encantar-le dije con mucha seguridad

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Estaba decidiendo que ponerme luego de darme un baño de espumas. Calum me dijo que me pusiera algo casual pero que me cubriera gracias al frío.

Decidí ponerme un top negro con un abrigo rojo y unos jeans negros que hacían juego con mis botas altas.
Deje mi cabello rubio suelto con sus ondas naturales mientras me ponía un lápiz de labio rojo y un anillo con un rubí precioso.
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Baje las escaleras y encontré a Calum esperándome con un ramo de rosas rojas en sus manos. No pude resistirme y sonreí con una estúpida enamorada. Esto me hacia recordar a nuestras citas cuando éramos adolescentes.

:Lista para un día lleno de diversión?-pregunto con su usual sonrisa hermosa

:Estoy lista si tu lo estas-tome su mano y entrelace nuestros dedos

:Pues vamos

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Viajamos como una hora en auto para luego llegar a un lugar muy grande. No estaba prestando atención a dónde íbamos, así que me sorprendí cuando nos detuvimos en el estacionamiento de una pista de hielo. Él sonrió y se levantó, y yo le seguí con el ceño fruncido.
-¿Qué estamos haciendo aquí? -le pregunté mientras me agarraba la mano y me llevaba dentro. Tal vez tenían un buen café en el interior o algo, que era la única razón que se me ocurrió para que me trajera aquí.
Hizo caso omiso de mi pregunta.
-Hola, por favor, dos -dijo a la señora detrás del mostrador, entregándole el dinero. Di un grito ahogado, ¿en realidad íbamos a patinar? Había estado patinando un par de veces en mi vida, pero era completamente terrible en ello.
-¿Necesitas alquilar patines? -preguntó la señora con una sonrisa amigable, mientras sus ojos discretamente recorrían el cuerpo de Calum.
-Sí, un once y un cinco por favor -respondió, guiñándome un ojo. Fruncí el ceño mientras hablaba, preguntándome cómo demonios conocía mi talla de zapatos. Esperen; claro si el me había comprado toda mi ropa.