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Ya estaba de camino a la Universidad, estuvo enfermo por casi tres días, aunque había valido la pena, si no en su lugar sería Aziraphale el que se hubiera enfermado, y eso no lo permitiría, bajo de su auto y se dirigió a su primara clase.

El día transcurrió con normalidad, unos cuantos alumnos que le decían que les daba gusto volver a verlo, y otros que voltean la cara de solo verlo, no era nuevo para el.

Llegó la hora de darle la clase al grupo de Aziraphale, se pregunto en como se la había pasado en esos días sin el, ¿Lo habrá extrañado? Por qué el si lo había extrañado, tal vez no, es solo un maestro más, pero realmente quería verlo de nuevo.

Aziraphale caminaba a lado de sus amigos, mientras ellos hablaban sobre que harían en sus vacaciones el solo podía pensar en su maestro de matemáticas.

Entrando al salón de clases cada quien tomo su asiento, Aziraphale observó a Crowley que no prestaba atención a quien entraba al salón, miraba con detenimiento los papeles que tenía en su mano, por eso no se había dado cuenta de la presencia de Aziraphale ni de sus amigos.

Levntó la mirada y la primera persona que vio fue a Aziraphale mirándolo, este se sonrojó y le sonrió tímidamente, lo había atrapado mirándolo, Crowley le devolvió la sonrisa, sin saber cómo reaccionar, la sonrisa de Aziraphale se hizo más grande, Crowley pudo ver los oyuelos que se formaron es sus mejillas, sus dientes tan perfectos y sus delgados labios sobre estos, sus ojos azules tan brillantes como siempre que lo admiraba, la mirada de Crowley viajo a todo el salón para ver qué nadie pudiera verlo, y en efecto, nadie estaba prestando atención al profesor, rápidamente Crowley volvió su mirada a Aziraphale, retiro sus lentes y dejo ver sus hermosos ojos color ámbar, le volvió a sonreír a su alumno dejando ver sus colmillos y le guiño el ojo, Aziraphale se puso más que rojo, se mordió el labio y agachó la cabeza, la reacción del chico hizo reír a Crowley, se volvió a poner sus lentes y se levantó para gritar orden y empezar la clase, que no duró mucho, ya que era la última del semestre y Crowley solo quería despedirlos y desearles buenas vacaciones, mientras que Aziraphale no podía dejar de pensar en lo hermoso que fue ver por primera vez claramente los ojos de Crowley junto con su espectacular sonrisa.

—Muchachoa este a sido un semestre estupendo, todos ustedes son muy inteligentes y se nota que les gustan las matemáticas, me alegró de haber sido su profesor este semestre y espero poder serlo el próximo también, -todos aplaudieron y le gritaban las gracias a Crowley- no tengo más que decir, pueden salir ya, que tengan unas excelentes vacaciones.-

—Gabriel ¿Pueden esperarme afuera?.-

—Si pero, ¿Por qué?- Aziraphale empujó a Gabriel para que se fuera.

—No preguntes solo sal ya.- Gabriel giro los ojos y salió junto con las chicas, sus demás compañeros siguieron saliendo, quedando solo ellos dos.

Aziraphale se acercó tímidamente a Crowley y dejo una manzana en su escritorio.

—Yo...quería agradecerle por protegerme de la lluvia al otro día, y lo siento, por mi culpa se enfermó.-

—No no no, tranquilo, no fue tu culpa, lo importante es que tú estés bien, ¿Cómo fueron estos días? Supongo que no me extrañaron.- soltó una pequeña carcajada, tomo la manzana que Aziraphale le había dejado y la mordió.

—En realidad, yo sí lo extrañe, la maestra Nina no es mala pero, prefiero su clase sin duda...- Crowley se levantó de su asiento y rodeó su escritorio hasta estar frente Aziraphale- p-por cierto, aquí está su paraguas.- acercó al paraguas hasta Crowley y este lo tomo, pero inmediatamente se lo devolvió.

—No, quedatelo, está bien tengo otro en casa.- Aziraphale se sonrojó y le dedico la sonrisa más cálida que tenía- Te voy a extrañar Zira, eres mi mejor alumno.-

PUM PUM

PUM PUM

Su corazón empezó a latir como un loco, quería decir algo, pero su boca no reaccionaba a sus órdenes, comenzó a ser incomodo, Aziraphale no respondía y Crowley pensó que había estado mal, pero tampoco sabía que decir, tal vez el chico se sintió incomodo, jamás debió de decir eso, ahora sería incómodo para ambos, tal vez...-

Unas manos en su espalda y un cuerpo en su pecho lo hizo salir de sus pensamientos, Aziraphale lo estaba abrazado, y no dudo en corresponder al abrazo, pasando sus manos por la espalda del chico y apoyando su mejilla en sus lindos chinos, le hacían cosquillas en la cara y entre más se acercaba más podía persibir el aroma dulce que Aziraphale tenía, no le gustaba mucho lo dulce, pero se volvería adicto al aroma de Aziraphale.

—Yo también lo extrañare profesor.-

El abrazo fue roto por Aziraphale, Crowley aún quería sentirlo pero soltó al chico en cuanto esté comenzó a alejarse de el, ambos se miraron y se sonrieron.

—Espero verlo el próximo semestre profesor.-

—Igualmente Aziraphale, que tengas unas lindas vacaciones.-

—Gracias, usted también.-

Crowley se quedó parado mientras veía a Aziraphale salir del salón, sintiendo un vacío al verlo cruzar la puerta, pero una satisfacción de aún tener la fragancia del chico es su nariz.

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Corto, es una mierda, pero algo es algo, espero lo disfruten tanto como yo escribiendolo, lo leo luego, bye ♡ :›

𝑂𝑙𝑑𝑒𝑟・・𝚊𝚣𝚒𝚛𝚊𝚌𝚛𝚘𝚠Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon