punishment

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Ya habían pasado casi dos meses, la relación entre Aziraphale y Crowley -si se le puede llamar asi- había mejorado, por lo menos ahora podía verlo a los ojos con menos vergüenza, Aziraphale reviso su horario, educación física y después matemáticas, eran sus últimas dos clases del día y por fin podría descansar todo el fin de semana.

Fue a los vestidores a cambiarse la ropa por el uniforme, no era del todo de su agrado, solamente porque el short que tendría que ponerse era algo apretado para el, le llegaba encima de las rodillas y sus muslos gruesos se marcaban notablemente, por eso siempre usaba el pans, pero lamentablemente no pudo encontrarlo, por más que lo busco no estába en donde el creyó haberlo dejado, y tuvo que tomar el horrible short como último recurso, solo esperaba que sus compañeros no se pusiera pesados con ello.

No tardó en salir de los vestidores, y como supuso uno que otro compañero se le quedaba viendo de forma inapropiada, simplemente los ignoro eh intento seguir como si nada.

Gabriel estuvo siempre a un lado de Aziraphale por cualquier cosa que pudiera pasar, y al verlo que se sentía con mayor seguridad se alejo poco a poco de el, no era por querer dejarlo solo, pero tenía un plan que hace días había querido intentar, y si se lo decía a Aziraphale probablemente lo jalaría de las orejas para que no lo hiciera.

Discretamente se fue acercado a la maestra y estuvo la mayoría de la clase más cerca de ella de lo normal, algo que nadie noto, solo Gabriel y la maestra, le pareció extraño pero lo ignoro, hasta que cuando casi finalizaba la clase, Gabriel intento llevar a cabo su plan, mala idea.

-Disculpe, maestra me gustaría hablar un momento con usted.-

-Ya casi terminamos, espera un poco.- Beelz le señaló a sus compañeros para que Gabriel volviera al lugar con ellos.

-Es que no puedo esperar, solo un minuto.- Beelz solo se cruzó de brazos y tocó su silbato para darles la orden a sus alumnos de que descansarán mientras el niño hablaba.

-¿Que pasa Gabriel?- Gabe se quedó en silencio por un pequeño momento, tomando fuerza para lo que diría.

-Tal vez no se haya dado cuenta de mis sentimientos hacia usted, pero hoy y ahora me doy el valor para decirle que usted me gusta desde el primer momento en que la vi, es una mujer excepcional y muy hermosa.- Gabriel hizo una pequeña pausa para prestar atención a la expresión de su maestra, que no era de encanto precisamente.- Errr ¿L-Le gustaría salir algún día conmigo?-

-Largo de aquí mocoso, si no quieres dar otras 50 vueltas al gimnasio.- Beelz estaba apunto de irse cuando Gabriel se interpuso en su camino, y quedando muy cerca uno del otro.

-Deme una oportunidad, se que lo haré bien.-

-Apartarte, Gabriel.-

-No.-

Beelz tomo su silbato y lo soplo con fuerza, y sin dejar de ver a Gabriel grito.

-¡¡Quiero que den 60 vueltas al gimnasio, agradezcanle a su amiguito de aquí!!.- miro a Gabriel de arriba para abajo y se fue con los demás, ahora Gabriel se sentia más que estupido.

Gabriel siguió a sus compañeros que ya habían comenzado a correr, se colocó a un lado de Aziraphale, ignorando la cara de regaño que tenía.

-¿Pues ahora que hiciste?- Ninguno de los dos se estaba dando cuenta donde estaban pisando.

-Luego te cuento, no me regañes ahora.-

-¿Qué no te regañe? Estoy cansado, este short me aprieta no sabes cuánto, además de que es incómodo, y vienes tu y haces que nos castiguen a todos, que te suceEEEE...- Aziraphale cayó al piso y comenzó a quejarse del dolor, se pudo escuchar un liguero "crack" cuando estaba cayendo, Gabriel no tuvo tiempo de reaccionar cuando se dio cuenta de que Aziraphale ya estaba en el suelo, miro debajo de las piernas de Aziraphale, se había tropezando con un balón que algún inconciente había dejado ahí, se agachó para tomar la pelota y arrojarla a otro lado para ayudar a Aziraphale.

𝑂𝑙𝑑𝑒𝑟・・𝚊𝚣𝚒𝚛𝚊𝚌𝚛𝚘𝚠Where stories live. Discover now