beautiful boy

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El viaje de la ciudad al pueblo no era tan largo, tan solo una hora de camino, pero cuando realmente extrañas a alguien el viaje es eterno, al llegar Crowley y Belcebú entraron a la casa y llamaron a su padre.

-¡Papá! ¡Hemos llegando!- Grito Crowley pero nadie respondió.

-¿Papá?- Belcebú miro a Crowley preocupada, revisaron la cocina, la sala, el comedor y los cuartos de la planta alta, pero no había nadie, Crowley entro en pánico y saco su teléfono para llamar al 911, pero antes de marcar el número Belcebú lo tomo del brazo y lo tranquilizó- Tranquilo, ya lo encontré.-

Lo llevo al jardín y ahí su padre estaba incodo acomodando la tierra de las flores que hace poco había plantado y estaban creciendo muy rápido, Belcebú nunca fue fan de la jardinería, odiaba ensuciarse de tierra las manos, pero Crowley siempre compartió ese gusto con su padre, a el si le gustaba ensuciarse las manos, jugar con las semillas y regar las plantas, aunque al final el terminaba más mojado que ellas, lentamente abrió la puerta y su padre levanto la cabeza, tenía un sombrero para taparse del sol, gustes y lentes de sol.

-Oh, no escuché cuando llegaron.-

-Supongo que tampoco los gritos que dimos.- Belcebú se recargo en la puerta con los brazos cruzados.

-De hecho, si, pero espere a que me encontrarán.- Dio una carcajada y siguió con lo que estaba haciendo.

-Voy a preparar una Limonada, hace calor.- Belcebú entro y fue a la cocina para preparar la bebida y unos bocadillos.

Crowley se quitó la chaqueta y se hacerlo a Lucifer, se agachó junto a el y miro con cautela como trataba a las plantas, tan cuidadoso y gentil, cuando termino se levantó y señaló a las flores.

-Más les vale crecer bien malditas.-Crowley se rió, era un hábito que el también habia adquirido, las plantas de su departamento incluso parecian temblar cada vez que el se acercaba, siguió a su padre al otro lado del jardín.

-Ponte los guantes y ayúdame, sera más rápido así.-

Siguiendo las indicaciones de su padre, Crowley se pudo los guantes y comenzó a hacer lo mismo que su padre, mientras el se ocupaba de un lado del jardín, su padre del otro.

Cuando casi terminaba se dio cuenta de que estaba a lado de un gran manzano que su padre planto el mismo día que su madre se fue, Belz era demaciado pequeña para recordarlo, pero en la memoria de Crowley apesar de tener solo 5 años, seguía fresco el recuerdo de ese día.

Hace 28 años

-¡¡Eres una mierda!!, ¡¿Lo sabias?!- Una mujer de unos 30 años con maletas en mano le gritaba a su marido mientras caminaba a la puerta.

-¡¡¿Yo soy la mierda?!!, ¡¿ADIVINA QUIÉN VA A ABANDONAR A SUS HIJOS POR UN IDIOTA QUE ACABA DE CONOCER?!-

-¡EL ME DARA LA VIDA QUE MEREZCO!- El hombre respiro e intento tranquilizarse, miro a sus hijos, su apenas bebé de dos años jugaba con una muñeca y un coche de juguete de su hermano, y su hijo de cinco años tenía la cabeza baja mientras lloraba y se abrazaba a si mismo.- Bien me lo dijo mi madre, no debí de- -

-Largarte ya, vete.-

-¿Disculpa?-

-Que te largues, si te vas a ir, no des más vueltas y vete.-Claro que le dolía, le lloraría y rogaría que no se fuera, pero el no era así, el dolor del corazón no era nada comparado con el dolor de ver a su hijo balancearse mientras llora y aprieta sus ojitos para no ver como su madre los dejaba- no quiero que le hagas más daño a mis hijos.-

La mujer ni siquiera miro a los que ella alguna vez dijo eran sus hijos, no le dolió en ningún momento girarse e irse, Lucifer se quedó parado mirando la puerta de la que acababa de salir su ex-mujer, camino hacia sus hijos y cargo a su hijo acariciando su pequeña espalda, el niño se aferrada al cuello de la camisa de su padre, con su otro brazo cargo a su hija y llevo a ambos al jardín, estaba vacío, solo había pasto, bajo a Crowley y le pidió que se sentará para después darle a su hermana y sentarla a lado de su hijo, aún con el coche en mano.

𝑂𝑙𝑑𝑒𝑟・・𝚊𝚣𝚒𝚛𝚊𝚌𝚛𝚘𝚠Where stories live. Discover now