shameless

642 91 88
                                    

Ya había pasado el gran interrogatorio de su padre por saber porque había acabado en la enfermería, mientras tanto le envío un mensaje a sus amigos diciéndoles que todo estaba bien y que no había por qué preocuparse.

Estaba en su cama descansando su tobillo, pero simplemente no podía dormir, seguía pensando en lo que Crowley le había preguntado, si su padre no aparecía quien sabe que tontería hubiera contestado, creyó que el tema estaba olvidado, pero pareció ser que para Crowley aún el recuerdo siguia fresco.

Paso todo el fin de semana descansando su pie, no salió de casa y su padre lo cuido muy bien, siempre atendiendo lo que necesitará, para el lunes su pie se encontraba excelente, ya podía caminar normal y sin dolor.

Caminaba por los pasillos de la escuela con normalidad buscando a sus amigos para entrar a clase, no se dio cuenta cuando otra persona tropezó con el y ambos cayeron al suelo.

-¿Profesor Furfur?-

-¡Aziraphale! Lo siento no te vi, llevaba algo de prisa.- ayudo a levantar a Azira y ambos se miraron cálidamente.- Oye me enteré de que fuiste a la enfermería el otro día, ¿Estás bien?-

-Oh eso, si me encuentro bien, me tropecé y me doble el tobillo, por suerte el Profesor Crowley estaba allí para llevarme a la enfermería.- sonrió al recordar la manera en la que lo había cargado, mientras que Furfur le dio entre una sonrisa y una mueca, pero realmente Aziraphale no se dió cuenta, porque simplemente no le importaba el hombre.

-Bueno, me alegro por ti y tú tobillo, ¿Sabes que también puedes contar conmigo, verdad?- Furfur dio un pequeño paso para delante, haciendo a Aziraphale retroceder.

-Gracias señor, si me disculpa tengo que irme a clases.- Aziraphale se despidió cordialmente y se fue, Furfur se quedó en el pasillo viendo como se iba.

-

Se había colado al gimnasio, en 30 minutos tendría su primera clase y el Señor Crowley no lo dejaría pasar si llegaba tarde, solo necesitaba esos 30 minutos para poder hacer lo que tenía que hacer, siempre y cuando encuentre a la maestra Beelz.

-¿Que está haciendo aquí? ¿No tienes clases?- dio un brinco al escuchar la voz de la maestra, justo a quien buscaba.

-M-Maestra, soy Gabriel, quiero hablar con usted.-

-Se quien eres.- Gabriel camino hasta estar justo frente a Beelz.

-Bien, yo... Quiero disculparme por lo de el otro día, fue muy impulsivo de mi parte.- silencio, no le contesto nada, por lo que Gabriel siguió.- Pero quiero que sepa que lo que le dije es verdad, usted a mí me gusta desde hace tiempo y realmente me gustaría, que me diera una oportunidad.-

-Para ahí, ¿Una oportunidad?, Gabriel eres un niño, yo una mujer adulta de 30 años.-

-Eso yo ya lo sé, si no lo supieras no estaría aquí, no soy así, solo le pido una, una sola oportunidad, una cita, un café lo que sea.- la sonrisa de entusiasmo comenzó a convencer a Beelz, no del todo, pero empezaba.- Cuando usted diga, solo para demostrarle que puedo ser más de lo que usted desea.-

-Estas loco niño.- una parte en ella sabía que si decía que no la seguiría molestando, pero no podía decir que si tan rápido.- Lo voy a pensar.-

La sonrisa de Gabriel se hizo enormemente encantadora, y Beelz no pudo más que devolverle la sonrisa inconscientemente.

-

Ambos llegaron corriendo al salón, Aziraphale nunca llegaba a clases sin su amigo.

𝑂𝑙𝑑𝑒𝑟・・𝚊𝚣𝚒𝚛𝚊𝚌𝚛𝚘𝚠Where stories live. Discover now