Tabito Karasu - Rin Itoshi

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[Male reader]
Continuación del capítulo anterior

Después de lo ocurrido entre (N) y Eita Otoya ninguno de los nombrados había vuelto a tener contacto con el contrario, fue como si ambos jamás se hubieran conocido.

—Si pudieras ser un animal, ¿cuál serías y por qué? —preguntó Tabito comiendo palomitas.

Los adolescentes se encontraban teniendo una tarde de películas en la casa de (N), aquel plan había sido sugerido por nada más ni nada menos que Rin, el Itoshi menor parecía agradarle Tabito y entre los tres lograron formar una amistad bastante interesante.

—Yo creo que un búho —mencionó (N) mirando a Rin— O quizás un halcón —agregó ahora mirando a Tabito— El motivo se los dejo a su imaginación —finalizó con una sonrisa.

Esa respuesta dejó a los mencionados con una extraña sensación en el pecho.

(...)

—¿De qué querías hablar? —preguntó Rin nada más llegar a casa de Tabito.

—¿Crees que (N) esté enamorado de mi? —aquella pregunta desconcertó a Rin— Digo, tú lo conoces más y viste cómo se comportó cuando le gustaba Ei...

—Ni lo menciones —lo cortó el Itoshi, odiaba oír el nombre de Eita después de lo mucho que había hecho sufrir a (N)— ¿Por qué me preguntas esto?

—¿De verdad necesitas que te lo aclare?— preguntó con burla Tabito.

—¿Acaso te gusta (N)? —interrumpió Rin.

—¿A ti no? —contraatacó Karasu.

Luego de un largo silencio ambos adolescentes se miraron con complicidad.

(...)

—¿Se pusieron de acuerdo para arrastrarme hasta aquí? —preguntó (N) con burla.

—Algo así —mencionó Tabito mientras le entregaba un vaso al más bajo.

A (N) le había resultado raro cuando sus dos amigos lo habían convencido de ir a una fiesta que se llevaría a cabo a pocas cuadras de la casa de Rin, lo que le pareció más curioso fue que el mencionado tomara la iniciativa de ir.

—Oh mierda —maldijo por lo bajo Rin al notar una cabellera blanca entre medio de la multitud, lo último que necesitaba su plan era que Eita apareciera.

—¿Pasó algo? —preguntó (N) al notar el enojo de su amigo— Ya lo noté —mencionó haciendo referencia al peliblanco.

—Si quieres nos podemos ir —respondió el Itoshi mirando a un frustrado Tabito.

—Para nada, no voy a desperdiciar la única vez que tienes iniciativa de salir —se burló (N) dando un sorbo a su vaso— Y dudo mucho que él quiera tratar de arreglar las cosas.

(...)

Tanto Rin como Tabito se encontraban irritados al notar como Eita parecía andar detrás de su amigo, sin embargo, aquella actitud no había pasado desapercibida para (N), al igual que el peliblanco tampoco había pasado desapercibido.

A pesar de que los tragos que llevaba le estaba empezando a hacer efecto, (N) lucía calmado ante la presencia frente a él.

—No sabía que vendrían —habló Eita luego de unos segundos en silencio.

—Nosotros tampoco —respondió Tabito con una falsa amabilidad, pero sin suavizar su mirada.

(N) dio un paso al frente, quedando con Tabito y Rin a su espalda.

—¿Necesitas algo? —preguntó (N) terminando de tomar el contenido de su vaso.

—Hablar contigo —respondió Eita— ... A solas —agregó mirando a los acompañantes del más bajo.

—De ninguna manera —gruñó Rin.

Y sin esperar respuesta del peliblanco, (N) empezó a caminar hacia Eita para después pasar por su lado empujándolo con su hombro, logrando dejar un espacio para que lo siguieran Rin y Tabito.

(...) 

Los tres adolescentes recorrían la casa escapando de Eita, a (N) ya le había hecho efecto todos los tragos que se había tomado luego de aquella conversación.

—Tengo una idea —mencionó el más bajo empezando a caminar más rápido seguidos de sus amigos.

(N) los llevó hacia un baño y los obligó a entrar deprisa al notar la proximidad de la cabellera blanca.

Tabito cerró la puerta mientras (N) no paraba de reír, sin duda el alcohol lo volvía más risueño.

—Que imbécil más insistente —se quejó Rin.

—Y escurridizo, pareciera que tiene un radar para encontrar a (N) —agregó Tabito, ante lo dicho por el peliazul (N) se carcajeó aún más alto.

—Me gustan tanto —confesó (N) aún riendo. 

Aquella confesión dejó sorprendidos a Rin y Tabito, los cuales se miraron con satisfacción. 

(N) de tanto reír tropezó con sus propios pies, pero antes de caer fue atrapado por Rin y Tabito. El peliazul se encontraba sosteniendo las muñecas de (N), mientras que Rin lo sujetaba por la cintura, quedando (N) entre medio de ambos.

El más bajo miró a Tabito con aquella sonrisa tan característica del peliazul frente a él y no pudo evitar mirarlo de la misma manera, mientras que Rin afirmó su mentón sobre el hombro de (N).

—¿Acaso este era su plan desde un inicio? —preguntó el más bajo con picardía recibiendo una risa ronca por parte de Rin.

—Puede ser —susurró coqueto el Itoshi peligrosamente cerca del oído de (N).

El primero en actuar fue Tabito, juntando sus labios con los de (N) de forma desesperada. Sin embargo, Rin no se quedó atrás y empezó a besar al nombrado en el cuello, dejando una que otra marca.

(N) gemía ante el tacto y la cercanía de los contrarios. Ni en su más íntimo sueño se hubiera imaginado aquella situación que estaba sucediendo, pero mentiría si dijera que no lo disfrutaba, y estaba seguro que sus amigos también lo hacían.

Tanto era el éxtasis de (N) que no notó cuando la puerta se abrió, dejando ver a un Eita sorprendido ante la escena frente a él. Los que si lo notaron fueron Rin y Tabito, el Itoshi lo miró con superioridad mientras aferraba su agarre sobre el más bajo, al tiempo que Tabito le dedicaba una sonrisa altanera antes de cerrarle la puerta en la cara.






















Extra:

Eita se había ido de aquella fiesta con una sensación amarga, la imagen de (N) entre medio de Rin y Tabito no dejaba de reproducirse en su mente. Estaba extremadamente celoso de ambos.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de su celular, le había llegado un mensaje de Tabito. Al abrirlo descubrió una foto del trío de amigos.

En la imagen se lograba apreciar a (N) con su gran sonrojo y múltiples marcas de besos en su cuello y parte del pecho, mientras el nombrado se encontraba sentado en el regazo de Rin y este último tenía las manos escondidas entre medio de la ropa de (N), dejando ver parte del abdomen del nombrado con aún más marcas. Tabito era el que se encontraba sacando la foto y miraba a la cámara con un brillo inusual en sus ojos, mientras que le sacaba la lengua de manera burlesca y mostraba el dedo de en medio.

One Shots | Blue Lock |Onde as histórias ganham vida. Descobre agora