One Shots | Blue Lock |

Kunigami Rensuke

Por alguna razón siempre había sido rechazada por las chicas, nunca se enteró del motivo, pero a donde quiera que estuviera sería desplazada por las demás féminas. Por eso mismo, su amistad con Bachira Meguru era algo inevitable, ambos eran rechazados por sus grupos correspondientes así que cuando se conocieron crearon a la perfecta dupla de rechazados.

(N) pensó que siempre serían ellos dos, grata fue su sorpresa al saber que el de hebras bicolor había logrado hacer amigos, pero muy en el fondo sintió como si esa fuera su señal para tratar de hacer amigas, pensó que Bachira la dejaría de lado ahora que tenía nuevos amigos, pero aquello no fue así. Bachira nunca podría hacer algo así, sabía lo que era estar solo y no quería que su mejor amiga pasara por aquello, por lo mismo fue que la integró a su grupo, ahí fue cuando (N) pudo conocer a Kunigami Rensuke.
La fémina nada más verlo se sintió atraída por el más alto, sin duda era del gusto de (N) y para qué mentir, Kunigami igual creía que la adolescente era atractiva.

— ¿Te gustaría ir al cine conmigo? Ya sabes, si no tienes nada que hacer claro — preguntó Kunigami con un leve sonrojo.

La fémina lo miró unos segundos perpleja antes de responder positivamente a la propuesta del más alto.

Después de coordinar el día y la hora cada uno se fue por su lado. Mientras que (N) le iba a contar con ilusión lo que había pasado segundos antes a Bachira, Kunigami hacía lo mismo, pero con Chigiri.

Llegado el día acordado (N) despertó más temprano de lo habitual, su cita sería en la tarde, pero de todas formas quería estar segura de estar lista, ese día quería que todo saliera perfecto. Claro que no contaba con que su mejor amigo se colara en su casa para ayudarla a arreglarse.

— Bien, ¿Qué vamos a almorzar?

— Bachira dijiste que me ayudarías — reclamó (N) al notar el nulo interés que tenía su amigo en las prendas que la fémina había deja momentos antes sobre su cama.

— Katsudon — respondió la madre de (N) a la pregunta de Bachira, recibiendo un gesto de felicidad por parte del adolescente.

(...)

— ¿Qué tal me veo? — preguntó la fémina.

Al final optó por algo simple que se ajustaba a su estilo y comodidad.

— Señora mamá ¿todavía queda arroz? — Bachira estaba más pendiente de seguir comiendo antes que ayudar a su amiga. 

(N) iba a replicarle al de hebras bicolor de no ser por el sonido de la puerta.

— Uy, yo voy — antes de siquiera poder reaccionar, Bachira ya se le había adelantado para ir a abrir la puerta.

— Oh, hola Bachira.

— Si si, dejemos las apariencias, dime Kunigami Rensuke ¿Qué planes tienes con mi (N)? — Bachira se había apoyado en el marco de la puerta.

— ¿Qué?

— ¿A dónde irán? ¿A qué hora la vendrás a dejar? Porque me imagino que la vendrás a dejar. Me la tienes que venir a dejar antes de las 9.

Antes de que Bachira pudiera seguir bombardeando a Kunigami con más datos y preguntas, apareció (N) y le dio un golpe en la cabeza a su mejor amigo.

— Bachira son las 7, la película dura una hora y media. Es imposible que llegue a las 9. Ahora deja la farsa de hermano sobreprotector y déjame pasar — pidió la fémina con algo de gracia al notar todo el show que estaba montando su amigo momentos antes.

— Bien bien, tú ganas, pero que sepas que te estaré esperando despierto.

— ¿Te quedarás a dormir? — preguntó extrañada la fémina, al recibir un asentimiento de parte de Bachira, agregó — ¿Y quién te invitó?