One Shots | Blue Lock |

Shidou Ryusei

Tener una relación con Shidou Ryusei no era nada fácil. Era bastante conocido por ser alguien de mecha corta, perdía los estribos a la más mínima provocación. Y, es por eso mismo, que (N) se preguntaba por qué seguía con él.

Incluso el mismo Shidou se lo preguntaba. Estaba enterado de todo aquello que se rumoreaba en los pasillos respecto a su relación; había quienes incluso especulaban que él la había amenazado a ella para que estuvieran juntos. Pero nadie sabía la verdad a ciencia cierta.

Si bien, había sido (N) quien se acercó al rubio en primera instancia, Ryusei fue el que la siguió buscando luego de aquello. Y, en realidad, nunca le pidió ser algo formalmente, simplemente sucedió: de un día para otro ambos asumieron que estaban en una relación y lo disfrutaban.

Lo disfrutaban siempre y cuando Shidou no perdiera la paciencia (si es que en realidad tenía), cosa que no sucedía tan seguido. Pero el adolescente siempre encontraba alguna forma de que su novia lo perdonara.

O al menos eso pensaba hasta ese momento.

En verdad lo había jodido todo, si bien, (N) le podía aguantar las rabietas y los ataques de celos del contrario, no soportaba que amenazara a sus amigos para que ya no se le acercaran. Aquello fue la gota que colmó el vaso.

—Ryusei, no pienso tener esta conversación contigo.

—¿Por qué no?

—¡Porque ya lo hemos hablado! —ahora era la fémina quien parecía perder los estribos. —Te he dicho mil veces que no me gusta tu forma de resolver las cosas.

—Al menos es efectivo —señaló Shidou como si aquello fuera lo más obvio del mundo.

—¡No lo es! —hizo una pausa para suspirar —Puedes pensar que amenazar a mis amigos para que no se me acerquen es una solución, pero créeme, no lo es.

El adolescente seguía sin entender lo que su novia quería decir o, más bien, ni siquiera se molestaba en tratar de entender lo que le querían decir.

—Me cansé, te juro que ya me cansé de esto. Ryusei, ya tuve suficiente de esta mierda. No me vuelvas a hablar más —y, sin dejarlo responder, (N) se marchó del lugar.

Shidou quedó procesando aquello unos momentos, quizás parecía que no le importó, pero la verdad era que su corazón dolía mientras recordaba las palabras pronunciadas hace unos instantes.

(...)

Por su lado, (N) más que estar triste, se encontraba enojada, en parte por lo que había sucedido, pero también estaba enojada porque pensó que a Ryusei le importaría tan solo un poco como para intentar arreglar las cosas.

—Las personas no cambian —pronunció para sí misma mientras miraba por la ventana la oscuridad de la noche.

Se dio la vuelta intentando conciliar el sueño, pero el sonido de su ventana siendo abierta la interrumpió. Ya sabía de quién se trataba, él siempre hacía eso y, quizás, esa era la razón por la que ella siempre dejaba la ventana sin seguro.

Fingió estar dormida y a los segundos sintió una presencia acostada a su lado, seguido de unos brazos que la rodearon por la cintura y la atrajeron hacia el cuerpo de Shidou.

Lo que más la desconcertó fue la temperatura del cuerpo casi ajeno, giró a ver al contrario y notó cómo éste temblaba ligeramente y mantenía un sonrojo en sus mejillas. La noche no estaba particularmente fría como para que aquello sucediera.

—Ryu —lo llamó preocupada.

—Lo siento —pronunció el contrario afirmando el agarre sobre la contraria.