Hermanos Itoshi

9K 773 266
                                    

– Oi Rin ¿Puedo dormir contigo?– La fémina había llegado en mitad de la noche a la habitación del nombrado.

Rin la miró por unos segundos antes de hacerle un espacio a su lado, la adolescente rápidamente se adentró en la cama con una sonrisa satisfecha. Una vez ambos estuvieron cómodos, Rin la abrazó de forma protectora.

– ¿Sabes? Eres mi hermano favorito... Oh, pero no se lo digas a Sae– Mencionó con su dedo sobre su boca indicando que era un secreto.

Al escuchar aquello, el más alto no pudo evitar sonreír. Itoshi (N) era la menor de la familia y por ello, para sus hermanos, ella era lo más preciado de todo el mundo, era su rayito de luz que los iluminaba todos los días con sus ocurrencias. Ella había sacado todas las particulares que sus hermanos no, era extrovertida, amigable y por sobre todo, habladora. Esto último en varias ocasiones irritaba a los mayores, pero aquello solo les duraba unos instantes, era imposible que ellos se enojaran con ella.

– Uh, ¿Qué te parece si mañana vamos por un helado?– Propuso la menor– Yo quiero uno de fresa.

Rin sintió como, por un breve momento, su corazón latió extremadamente fuerte, aquello se había sentido como un deja vu.

– Siempre pides un helado de fresa, sigues siendo una niña– Mencionó burlón.

– Hey, no te creas tanto solo por ser un año mayor– Se defendió entre risas las cuales cesaron al cabo de unos segundos.

La habitación se inundó en un frío silencio, el ambiente de un momento a otro tomó un aspecto melancólico.

– Rin– El nombrado miró a su hermana directamente a los ojos y suspiró tranquilo cuando ésta acunó su rostro con sus manos, delicadamente la fémina empezó a delinear las facciones del adolescente con sus yemas, se detuvo cuando llegó a las bolsas que había debajo de sus ojos– No haz dormido bien últimamente– El ojiverde asintió.

– Rin– Lo llamó la fémina luego de unos minutos en total silencio– Me debes dejar ir.

– ¿Qué?

– Ya sabes a lo que me refiero... Es momento, Rin.

– ¿Momento de qué?– Rin no era tonto, sabía perfectamente a lo que se refería la menor, pero de todas formas no lo quería aceptar, tan solo pensar en ello hacia que sus ojos se empezaran a cristalizar.

(N) lo miró con una sonrisa triste antes de que una lágrima rodara por su mejilla, al ver esto, el más alto sintió como su corazón se contraía y, por consecuencia, empezaba a derramar sus lágrimas. Abrazó a la menor con fuerza mientras negaba con la cabeza repetidamente.

– No, aún no es tiempo. No me siento preparado– Sollozó– Por favor, (N), no te vayas.

– Rin, ya es hora– La voz de la fémina poco a poco se escuchaba más lejana para el ojiverde.

– No, no es momento ¡Aún no!

– Nii-chan, desde donde sea que esté te estaré apoyando, te amo.

Aquello fue lo último que escuchó el Itoshi del medio antes de despertar. Tenía la respiración agitada y sentía como lágrimas de deslizaban por su rostro, cuando giró la mirada en busca de su hermana lo único que encontró en el lugar fue el peluche favorito de la fémina. Con las manos temblorosas la tomó.

Al levantar la vista notó como Sae se encontraba parado en el marco de la puerta, lucía cansado y se notaba que había estado llorando. Cuando notó que el mayor tenía en sus manos la sudadera favorita favorita (N), aquel dolor en su pecho aumentó.

– ¿La viste?- Rin asintió a la pregunta antes de romperse en llanto.

El ambiente de la habitación seguía teniendo un aspecto melancólico, con aquellos dos hermanos totalmente destrozados.

Todo tenía sentido porque, al fin y al cabo, ese día se cumplía un año desde la muerte de la menor.

One Shots | Blue Lock |Where stories live. Discover now