Itoshi Sae

10.7K 740 406
                                    

Desde el primer momento en que se conocieron, la fémina cayó enamorada por él. Sorprendentemente para todos, (N) parecía ser la primera y única amiga de Sae, según él, ella era la única persona competente.
Claro que el ojiverde sabía acerca de los sentimientos de la contraria, pero prefería hacer como que no.

Cuando Sae tuvo la oportunidad de irse a España, no lo desaprovechó para nada. Para él aquello solo era un peldaño más a la cima de su sueño, sin embargo, para ella aquello supuso un gran golpe.

— Siempre podremos hablar.

Fue lo que dijo Sae al notar el decaimiento de (N).

— No es lo mismo.

A pesar de aquello, la fémina no tuvo más opción que aceptarlo. El día que el ojiverde se fue, (N) estaba dispuesta a declararle sus sentimientos de una vez por todas, ella también era consciente de que el adolescente ya sabía acerca de ello, pero de todas formas sentía que aquello era necesario.

Cuando lo tuvo frente a frente no pudo pensar en nada más que abrazarlo, en verdad no quería que se fuera, pero ella no lo podía retener y, aunque fuera el caso, tampoco podría, hacía un tiempo se dio cuenta aquella actitud que tenia cuando estaba con el Itoshi mayor. Para ella lo más importante era él, y tenía la esperanza de que algún día aquello fuera recíproco.

Finalmente no se confesó, no porque no quisiese, sino porque simplemente no pudo, la mirada que le dedicó Sae cuando le informó que le iba a decir algo importante reflejaba rechazo, por tanto, decidió seguir guardando aquellos sentimientos para sí misma, con la esperanza de que Sae, al volver, pudiera corresponderla.

— No llores (N), mi nii-san volverá siendo el mejor — la trató de consolar Rin una vez Sae había abordado el avión.

— Ya lo es — susurró secándose las lágrimas.

(...)

Pese a los años que habían pasado, (N) nunca dejó de amar a Sae, ni siquiera cuando éste dejó de responder sus llamadas y mensajes, se convenció a sí misma que el contrario tendría que estar ocupado.

Durante aquel tiempo, la fémina se encargó de estar, a lo que ella pensaba, sería la altura de las expectativas de Sae. Quería ser la mejor persona para él, se esforzó en cada cosa que hizo repitiéndose que todo aquello era por un bien mayor.

El hecho de haberse quedado cerca de Rin, en parte, era por Sae, ya con el tiempo había logrado formar una linda amistad con el menor.

— ¿Tienes planes para hoy? — preguntó al azabache una vez este contestó la llamada.

— Voy a entrenar hasta tarde — mencionó Rin.

— Oh claro, mañana es el día, haz tu último gran esfuerzo.

— Pero si quieres puedo cancelarlo — la verdad era que a Rin le sabía mal no aceptar la invitación de (N).

— No te preocupes, mañana nos podríamos encontrar los tres.

— Suena bien.

— ¿Te parece el lugar de siempre? — después de haber recibido una respuesta positiva de parte de Rin, acordaron la hora y cortó.

(...)

Había dejado todas sus cosas preparadas la noche anterior, le costó conciliar el sueño debido a los nervios que sentía por ver al Itoshi mayor. A pesar de aquello, se arregló lo mejor que pudo y salió en dirección al lugar acordado.

Ya en el lugar buscó a Rin con la mirada, grande fue su sorpresa al notar que sólo estaba Sae, con timidez se acercó al más alto notando lo demacrado que lucía, ignorando eso le tocó el hombro para llamar su atención.

— Bienvenido de vuelta — mostró su mejor sonrisa, recibiendo a cambio una mirada cansada.

— Entonces... ¿qué tal te fue? — preguntó al notar que Sae no tenía intención de iniciar una conversación.

Al no recibir respuesta empezó a jugar con sus dedos nerviosamente mientras se preparaba para decir aquello.

— Sae yo tengo algo que confesarte.

— Detente ahí — se emocionó al recibir una respuesta del contrario — Vamos a terminar con esto de una vez.

— Q... ¿Qué quieres decir con eso? — preguntó la fémina de forma nerviosa.

— Ya basta de todo esto. Pensé que cuando dejé de responder tus llamadas y mensajes te alejarías, pero no lo hiciste.

— Claro que no, no podría. Sae tu me gust...

— ¡Dije que ya basta! No quiero escuchar eso.

(N) se sorprendió ante el repentino grito del contrario.

— A qué... a qué te refieres — tartamudeó empezando a impacientarse.

— Dije que ya es suficiente de todo esto. Quiero cortar cualquier tipo de relación contigo. 

Ante aquella confesión la fémina lo miró incrédula.

— P... Por qué ahora? ¿Por qué justo en este momento? — preguntó mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.

— Hace bastante...

— No —lo interrumpió — Sae, no. ¿Acaso sabes cuántas cosas hice por ti? ¿Cuánto me esforcé para estar a tu lado, a tus expectativas?

— (N), es mejor de esta manera.

— ¿Por qué? Trabajé mucho para complacerte. Recorrí todo este camino por ese momento en que abandonarías todo y me escogerías a mi por sobre todo lo demás.

— Lamento no haber podido escogerte.

— No... tú no lamentas nada — fue lo último que pronunció antes de irse del lugar con lágrimas rodando por sus mejillas.

De esa manera fue que Itoshi Sae destruyó a sus dos personas más queridas y, a su vez, a sí mismo.

One Shots | Blue Lock |Where stories live. Discover now