Apologize

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Emma

La galería de tiro está llena de cadetes, a los que tengo que supervisar en sus prácticas de tiro, a cada Teniente se le es asignado un grupo de cadetes semanalmente con el fin de adiestrarlos en diferentes campos de tácticas militares.

Algunos son buenos a la primera, le dan al centro de la diana o cerca del ella, pero algunos están totalmente perdidos, como son varios, pongo a los mejores a apoyar a los cadetes que tienen más dificultad. Camino de extremo a extremo supervisando a cada uno, corrigiendo posturas, señalando la mejor forma de tomar un arma.

-¡Atención! -ordeno y los soldados inmediatamente toman posición de firmes. - La práctica ha terminado, espero que la próxima vez estén mejor preparados, pueden retirarse.

Los soldados se marchan y yo me quedo recogiendo las armas, las desarmo, las limpio y las vuelvo a armar con eficiencia y rapidez.

Desde que era niña, mi padre me enseñó a desarmar y limpiar todo tipo de armas cuando se enteró que quería ser militar igual que él, así que cuándo llegue a la academia fue más fácil para mi pasar las pruebas, convirtiéndome en una de las primeras en mi clase.

Me coloco los cascos en las orejas y los lentes de protección, tomo una Glock 17 de 9mm y me posiciono para disparar, fijo la vista en la mira y mi dedo en el gatillo. Justo antes de disparar siento unas manos recorriendo mis brazos hasta mis manos, de reojo veo el uniforme militar y mis fosas nasales absorben una colonia masculina.

-Puedo sola -digo firme y seria.

¿Quien rayos es, quién se cree con la libertad de tocarme?

No hay respuesta, así que me preparo para golpearlo y dejarlo en el piso. En un movimiento rápido, me giro apuntando para golpear con la culata de la pistola a aquel sujeto, pero detengo el golpe y el detiene mi mano con su antebrazo.

El Capitán Jackson Clarke.

Palidezco y de inmediato me pongo firme haciendo un saludo militar.

-Buenos días, Capitán.

El sonríe divertido mientras me mira con esos hermosos ojos verdes, tiene una sonrisa tan sensual que podría lanzarme a besarlo justo ahora...

Me sorprendo a mi misma pensando eso, sobretodo porque por poco ataco a un superior y dicho superior es al que quiero lanzarme ahora.

-Descanse, Teniente. -la voz del capitán me saca de mis pensamientos y entonces bajo la mano.

-Disculpe por querer atacarlo, capitán -me disculpo mientras me maldigo por mis estúpidos impulsos, mi madre siempre me decía que pensara antes de actuar y mi padre que la serenidad es una cualidad esencial en un soldado.

-No. -Siento que dejo de respirar, adiós a mi carrera militar. -Me disculpo yo, no debí acercarme así.

Suelto un suspiro y siento que mi corazón vuelve a latir.

-Bueno, es verdad, acepto sus disculpas capitán.

Escucho una risa suave detrás de mí, volteo a ver el origen de aquella risa varonil y me encuentro con el Teniente Coronel James McClane.

A la velocidad de la luz me pongo firme y le doy el saludo correspondiente.

-Señor, buenos días, una disculpa, no había notado que estaba aquí.

¿Qué tienen estos hombres que me hacen el estómago revolotear con su sola mirada?

-No se preocupe Teniente Harelik, admito que fue divertido ver como casi le parte la cara al Capitán. -sonríe divertido mirando a su hermano, mientras se acerca a nosotros.

Amor y Armas [+18]Onde histórias criam vida. Descubra agora