Amor y Armas [+18]

So long, London.

Central Militar del Reino Unido.

Emma

Ardor, suciedad, sudor, cansancio es lo que siento al arrastrarme entre la malla metálica y el lodo. Todo ésto es un impulso que me motiva a seguir dando todo de mi.

Salgo del lodo y veo el último obstáculo, corro lo más rápido que puedo, tomo la cuerda que tengo frente a mí y la trepo a toda velocidad, llegando a la parte más alta tocando la campana que anuncia que he terminado la prueba. Los pulmones me arden por todo el esfuerzo que he hecho.

-Sargento Harelik- oigo mi nombre y después de bajar troto hacía el General, al estar frente al él hago el saludo correspondiente.- Descanse soldado.

Bajo la mano y el General me indica que me coloque entre los dos soldados que llegaron antes que yo, casi al mismo tiempo se posan junto a mi dos soldados más. Mientras espero que acabe la prueba intento controlar mi respiración.

El General da por terminada la prueba, y los que terminaron después que mis dos últimos compañeros se forman en un pelotón frente a su superior.

-Sargentos Douglas, Hill, Harelik, Darrow y Perkins -habla el Coronel- han completado la prueba satisfactoriamente, deberán partir mañana a la central de los Estados Unidos, rompan filas.

Todos se van y yo me dirijo a los dormitorios a bañarme, frente al espejo veo rasguños en mi espalda, debí hacermelas en la malla de púas; después de una deliciosa ducha me cambió y me dirijo a la oficina de mi General. Al llegar llamo a la puerta y cuándo me dan permiso de entrar veo a mi General en su escritorio, le dedico el saludo militar y él sonríe.

-Emma -dice invitándome a la silla frente a su escritorio.

-Hola papi -le digo sonriendole también.

-Felicidades por superar la prueba mi niña, aunque no me sorprende, era obvio que ibas a estar entre los cinco seleccionados.

Mi padre Nathan o cómo todo el mundo de la milicia lo conoce, el General Harelik, siempre ha mostrado orgulloso a cualquier cosa que haga, así fuera el horrible desayuno que le hacía de niña en su cumpleaños o el día del padre, él se lo comía sin rechistar.

-Gracias papi -digo con una pequeña sonrisa- aún no puedo creer que te dejaré sólo en Londres.

-Es una gran oportunidad para tu carrera Emm, a partir de mañana dejarás de ser Sargento y te convertirás en Teniente, además, la misión a la que vas es la oportunidad perfecta para ganar otra medalla -dice con orgullo en sus ojos.

-Lo se, pero desde que mamá murió hemos sido sólo tu y yo -le digo mirándolo a los ojos.

-Estaré bien -me sonríe de lado- cambiando de tema, hice reservación a las 8 p.m.

-Bien, te esperaré en el estacionamiento a las 7:30 ¿permiso para retirarme mi General?

-Adelante sargento.

Salgo de su oficina y me dirijo al comedor dónde busco a mi grupo de amigos, el brazo de Anne sacudiendo0se me indica la mesa donde están, cuándo llego a ellos Jason es el primero en hablar.

-¡Eh! pero si es nuestra próxima estadounidense favorita.

-Hay que despedirnos cómo corresponde hoy, si o si. -me advierte Claire.