Capitulo 24: El verdadero significado de la libertad

5.9K 468 164
                                    

-¡Sakura! ¡Es Itachi! Le he encontrado.

La chica sólo miró a Karin sin ningún tipo de reacción, como si no le importara ya nada de lo que ocurriera a su alrededor.

-¡Espabila, idiota! -Espetó la kunoichi de Taka- Querías encontrar a Itachi y lo he hecho. No puedes quedarte ahí pasmada. ¡Todo lo que has hecho ha sido para encontrarle!

-Eso ya no importa, Sasuke no querrá verme y tampoco escuchar a Itachi -dijo Sakura abatida.

-¡¿Y desde cuando importa lo que quiera ese imbécil?! -Estalló Karin exasperada- ¿Después de todo lo que has hecho vas simplemente a rendirte? ¿A llorar inútilmente porque las cosas no han salido como pensabas? Mira, Sasuke es un capullo, y si piensas que tu vida se ha acabado sólo porque a él se le ha ocurrido decirte alguna gilipollez y elegir seguir siendo un desgraciado, es que eres estúpida.

Juugo abrió sus ojos, horrorizado por las palabras de Karin hacia la chica que había estado consolando y que por fin se había calmado un poco.

-¿Alguien te ha dicho alguna vez que tienes la empatía en el culo? -espetó Sakura con enfado incorporándose para lanzarle una mirada furiosa.

-No es que la tenga en el culo, es que no tengo empatía en absoluto -aclaró Karin-. Y menos aun por mocosas lloronas que se rinden sin más, lamentándose por su cruel vida, en lugar de incrustarle la bota a Sasuke en el cielo del paladar por ser un bastardo. Así que ¿Qué vas a hacer? ¿Terminar lo que has empezado o seguir siendo patética?

Sakura la miraba fijamente, enfurecida por sus palabras. Pero por mucho que la enfadaran, esas palabras no dejaban de ser ciertas. Se había enfrentado a su propia aldea, a sus amigos, a ella misma. ¿Para qué? ¿Para terminar llorando mientras todo volvía a ser lo que era? Como si nada hubiera cambiado, como si ella jamás hubiera encontrado la determinación para salir de su casa aquella mañana y romper con todo lo establecido, para ser libre de decidir a quién querer, qué creer justo y por qué.

Lentamente, la chica se puso en pie apretando los puños con furia y con la decisión brillando en sus enrojecidos ojos verdes. Hacía mucho tiempo se había prometido a sí misma no volver a ser espectadora de su propia vida, no quedarse al margen llorando y lamentándose por no poder hacer nada. De modo que no iba a retroceder de nuevo ni a dejar que lo que había pasado con Sasuke la hundiera. El plan nunca había sido acabar enamorada de Sasuke ni mucho menos ser correspondida, sino hacer que él tuviera la oportunidad de decidir su propio camino sabiendo toda la verdad.

-¿Dónde dices que has encontrado a Itachi? -preguntó Sakura.

Juugo sonrió de lado tímidamente y Karin alzó las manos exasperada.

-¡Por fin! -Exclamó la antigua kunoichi de Taka- Apareció sólo unos instantes, iba hacia el norte.

-¿Estás segura de que era él? -cuestionó Sakura para asegurarse.

-Por supuesto -dijo Karin levantando la cabeza con orgullo y altanería-. Iba hacia el norte, ya te lo he dicho. Estaba algo lejos por eso sólo ha aparecido un momento en mi radar.

-Está bien -dijo Sakura- ¿Dónde está Suigetsu?

-¿No te enteras de nada? -Suspiró la chica pelirroja- Esos ninjas de Konoha se están acercando, Suigetsu ha ido a negociar con ellos pensando que como Sasuke, que parece ser a quien querían atrapar, se ha ido, podrían echarnos una mano para calmar a esos ANBU que quieren tu cabeza. Pero a ti eso no te incumbe porque tienes que ir a buscar a Itachi.

Sakura se mordió el labio, indecisa. ¿De verdad estaba bien dejarles que se enfrentaran solos a todos esos ninja que en realidad la querían a ella? Estaba casi segura de que el grupo de Naruto y Kakashi no les haría un daño real, pero también estaba segura de que los ANBU sí lo harían si se interponían en su camino.

El albedrio de los condenadosWhere stories live. Discover now