02 "Ebrio de amor"

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(Capitulo 2 original disponible en el primer comentario)
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Entre el forcejeo de Camus por su libertad, y los intentos irascibles de Milo por dominarlo, la situación había evolucionado hasta convertirse en una lucha personal y apasionada.

Cuando por fin se apartaron, frialdad era lo que demostraba el Acuariano en su mirar, y fastidio el griego. Y antes de que el galo reclamara la acción del otro, una tercera voz lo distrajo:

—¿Qué están...? Quiero decir...

El onceavo custodio dirigió su atención hacia el sitio por donde provenía la voz de quien reconocía como Aioria; aunque en vez de ser la mirada verdosa de Leo, fue la esmeralda de Saga quien le recriminó por aquel beso.

Inmediatamente Camus comprendió: Milo había escuchado la voz de Kanon, quien le preguntaba a su hermano por 'algo', entonces decidió dar un paso rápido, sin avisarle, y besarlo como parte de algo normal en una pareja.

Vaya que el escorpión era inteligente, porque a juzgar por la mirada de ambos gemelos, no les había caído muy bien la noticia del romance entre ellos dos.

El guardián de Leo quien intentaba, de los tres, entender lo que estaba ocurriendo, parecía un poco incómodo por la situación, y confundido, muy confundido.

—¡Feliz cumpleaños, Aioria!— Exclamó Milo, sin explicar la situación o corresponder la mirada de Saga o de Kanon con la suya.

Con Saga nunca fueron amigos, y por eso tampoco había tenido relación con Camus. Con Kanon, por otra parte, no se habían visto desde hace algunos días.

Y ahora Kanon entendía por qué Milo actuaba esquivo últimamente....

—Gracias...— Contestó el castaño aún perturbado por la escena de antes.

—¿No vas a decirle nada, Camie?— el escorpión se dirigió hacia el aguador, mientras señalaba a Aioria con la cabeza.

"Camie" empleó todo su autocontrol para no reaccionar negativamente a él, ya sea con una mirada que lo asesinara ahí mismo, o con un "muérete" directo.

—Feliz cumpleaños, Aioria...— Saludó—... Y gracias por invitarnos-. Añadió con propiedad.

—¡No te preocupes, Camie!— exclamó alegremente Milo—. Él no puede vivir sin su mejor amigo... ¿Y qué es su mejor amigo sin su pareja?— Saga y Kanon se sorprendieron, pero Aioria frunció ligeramente el entrecejo, como si alguien acabase de pedirle explicar la hipótesis de Riemann (1).

—¿Pareja?— preguntó confundido— ¿Ustedes son pareja?

—¡Hey! ¿Insinúas que yo voy por ahí manoseando a cualquiera...?— Milo fingió estar ofendido, por lo que el león sonrió nerviosamente.

—Perdóname, es que...

—No te preocupes—. Intervino Camus, tratando de ser amable porque notaba que Aioria estaba un poco afectado por la situación, y el plan no lo incluía a él (aunque era extraño ver a un gato y a un escorpión ser amigos, cuando, solían ser enemigos naturales)—. Nosotros queríamos darlo a conocer esta noche...

—¿Debería tomarlo como un regalo de cumpleaños?— preguntó el castaño sin saber cómo lidiar con la noticia.

—¿Por qué no?— Contestó Milo riéndose, y Aioria con él un poco después, incluso pareció cambiar ligeramente su estado de ánimo anterior.

—¡Oye! ¡Jamás te perdonaré que no me lo contaras!— Reclamó indignado, caminando hacia Camus y Milo para regañar al segundo—. ¡Se supone que yo soy tu mejor amigo!— Terminó su camino de frente al escorpión, acusándolo con el dedo índice, que golpeaba su torso cubierto por una camisa rojo escarlata.

Jugando con FuegoWhere stories live. Discover now