Una Vez Al Daño No Hace Año

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— ¿Qué habéis hecho? — Violeta preguntó, poniendo sus manos en su cadera.

Las dos chicas estaban tumbadas en su cama, los brazos de una alrededor del cuerpo de la otra. Antes de que hablase, se estaban susurrando cosas al oído mientras reían, pero cuando la pelirroja mayor abrió la boca consiguió acallar el cuchicheo. Elevó una ceja cuando vio la cara de pánico de Chiara.

— Nada — Ruslana dijo.

— No me mintáis.

— No me mintáis — repitió Chiara, intentando imitar el acento de Violeta.

— Kiki — Violeta dijo, acercándose a ella — ¿Qué ha pasado?

— Vivi — Chiara levantó las manos, pidiéndole que se acercara a ella — Ruslana me ha drogado.

— ¿Qué? — Violeta agarró la mano de Chiara y miró a su amiga.

— ¡Mentira! — Ruslana dijo, sentándose en la cama. Cogió una de las almohadas y golpeó con ella a Chiara. Violeta le arrancó la almohada con un tirón fuerte.

— ¿Qué le has hecho a mi Kiki?

— ¡Nada! — Ruslana dijo, mirando a la pelirroja — Tu novia es una mentirosa.

— Dime qué has hecho, Ruslana — Violeta dijo. Su tono era sepulcral; no tenía ganas de aguantar bromas.

— Le he ofrecido mis brownies especiales — Ruslana levantó el dedo para apuntar con él a Chiara — ¡Pero ella los comió porque quiso!

— Mentira — Chiara dijo, quien también señaló con el dedo a Ruslana — Me ha obligado ella.

— Mentira cochina.

— Cochina tú.

— Yo al menos me lavo el pelo — Ruslana dijo, cruzándose de brazos. Chiara se sentó, ofendida, e imitó la postura de su amiga.

— La medicación me deja el pelo graso — Chiara se defendió.

Violeta pasó su mano por el pelo de Chiara, asintiendo. Aunque fuese mentira, no iba a dejar que Ruslana ganase lo que fuese que estaba pasando entre las dos chicas.

— ¿Sabes qué? — Ruslana dijo, sus ojos clavados en los de Chiara — Retiro lo dicho. No vales un buey. Como mucho pagarían una gallina por ti.

— ¿Gallina? — preguntó Chiara, ofendida. Se llevó una mano al pecho y abrió la boca — Gallina tú. Tucutu tucutu tucutu.

— ¿Gallina yo? — Ruslana se arrodilló en la cama, mirando a Chiara. Cuando la inglesa asintió, la bielorrusa se tiró encima de ella, haciéndole cosquillas.

— ¡Ja! — Chiara se rio, agarrando las manos de Ruslana — Esas armas no sirven conmigo, amiga. Solo Violeta me sabe hacer cosquillas.

Violeta no pudo evitar sonreír ante sus palabras. Le gustaba saber que había algo que solo ella podía causar en Chiara, aunque fuesen unas simples cosquillas.

— ¿Ah, sí? — Ruslana forcejeó y consiguió que Chiara le soltara las manos, pensando que ya había ganado. Sin embargo, la pelirroja aprovechó las bajas defensas de su amiga para agarrarla de las muñecas.

— ¿Qué haces? — Chiara preguntó, alarmada. Violeta observó, atónita, como Ruslana sacaba la lengua y chupaba la frente de la inglesa — Ew. That's disgusting!

— Ruslana — Violeta dijo, intentando apartarla de la inglesa.

Con el forcejeo, la pelirroja acabó sentada en las caderas de Chiara mientras reía. Violeta se apartó ante la imagen, su corazón latiendo con fuerza. No le gustaba lo que estaba pasando; no le gustaba para nada.

Mentiras de Jarabe | KiViМесто, где живут истории. Откройте их для себя